España marca su récord de mortalidad en la tercera ola con 724 fallecidos

Desde entonces y hasta hoy, jamás se había superado los 600 decesos diarios, ni siquiera durante el pico de la segunda ola, cuando el martes 24 de noviembre las tablas de Sanidad sumaron 537 víctimas mortales en una jornada.

El país se quedó este 2 de febrero, el enésimo 'martes negro' de esta pandemia, a las puertas de los 60.000 fallecidos oficiales por covid. Las estadísticas de Sanidad elevaron el balance exactamente a 59.805 víctimas mortales, aunque otros muchos estudios apuntan a que los decesos provocados por el virus rondan los 100.000. Sea como fuere, lo más preocupante –según reconocieron en el departamento que dirige Carolina Darias- es que los datos de hoy apuntan a que esta elevada mortalidad se va a mantener varias jornadas, como señaló otro indicador, el de número de fallecidos con certificado de defunción en la última semana, que se elevó a 1.776 personas, un guarismo nunca antes vista desde que Sanidad incluyó este parámetro en sus tablas.

La pandemia mostró su cara más letal impulsada por la inercia del aluvión de casos de la primera mitad enero y ello a pesar de que España cumple ya casi dos semanas de ligero pero continuado descenso del número de contagios tras el pico provocado por la relajación de las medidas durante las fiestas. El país registró en las últimas 24 horas 29.064 nuevos casos de covid, la cifra interdiaria de infecciones más baja desde el 12 de enero cuando se contabilizaron 25.438 infectados. El descenso fue especialmente significativo si se compara sobre todo con el martes de la semana pasada: una caída del 25 % frente a los 36.435 positivos que se computaron hace siete días.

La reducción de casos siguió hoy teniendo efecto en la famosa incidencia acumulada (IA), el indicador que con más atención miran en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). En solo 24 horas la IA cayó desde los 865 casos por cada 100 habitantes a los 846, la mayor reducción desde que se alcanzó el pico de esta tercera ola. Desde que el martes de la pasada semana la incidencia acumulada marcara máximos de la serie histórica rozando los 900 casos (se quedó en 899,93) no ha hecho más que encadenar constantes bajadas.

De hecho, la mejora de la IA fue prácticamente generalizada en todos los territorios después de aquellas jornadas en el mes de enero en el que este parámetro crecía sin excepción en las 17 comunidades y en las dos ciudades autónomas. Este martes solo tres autonomías (Cantabria, Comunidad Valenciana y Euskadi), además de Ceuta vieron aumentar su incidencia. Aun así la situación sigue siendo extremadamente delicada con seis territorios (Castilla-La Macha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja y Melilla) con incidencias superiores al millar de casos y solo tres comunidades (Navarra, Cantabria y Canarias) por debajo de los 500 positivos.

Por primera vez en esta tercera ola la bajada de los contagios –este martes el porcentaje de positividad de pruebas cayó hasta el 13%- comenzó a reflejarse, aunque muy levemente, en la presión asistencial. Y es que España batió este martes todos sus récord con 3.705 altas en una sola jornada, provocando que el porcentaje de ocupación de camas por parte de enfermos de covid se quedara en un 24% y que la ocupación de las UCI por parte pacientes con coronavirus bajara levemente hasta situarse en el 44, 58%, un nivel, no obstante, de riesgo extremo y que, en modo alguno, hace conjurar el peligro de colapso.