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La cuarta ola sigue su lento retroceso en España. La incidencia acumulada (IA) nacional se redujo este martes en casi tres puntos, pasando en tan solo 24 horas de 235, 59 a 232,86 casos por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días. ... Fue la mayor caída de este indicador desde que la cuarta embestida empezó a golpear al país. Y es que este martes, además, las cifras de nuevos contagios mermaron de forma considerable. El Ministerio de Sanidad notificó 7.665 nuevos infectados, el número de casos diarios más bajo desde principios de abril, cuando las estadísticas estaban, no obstante, infravaloradas por las vacaciones de Semana Santa y los retrasos en las notificaciones.
La situación epidemiológica parece estabilizarse. O como la definió hoy la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, la pandemia parece haber entrado en una «suerte de meseta». Sin embargo, la incidencia acumulada siguió siendo muy dispar en la geografía nacional. De hecho, 6 comunidades, además de las ciudades autónomas, siguieron este martes en riesgo extremo al superar los 250 casos de incidencia: Euskadi con 529 casos, Melilla con 423, Madrid con 395, Navarra con 363, Cataluña con 280, La Rioja con 276, Aragón con 273 y Ceuta con 263. La incidencia, además, a pesar de bajar a nivel nacional, subió en 8 de las 17 comunidades: Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Madrid, País Vasco y La Rioja.
No obstante, estas diferencias territoriales y la irregularidad que está caracterizando a esta cuarta ola, los indicadores «profundos» que miran en Sanidad confirman que la andanada pierde fuerza y la va a seguir perdiendo. Y no es solo que la incidencia acumulada a 7 días (que este martes se situó en 114) siga siendo la mitad que la IA a dos semanas, lo que a priori siempre garantizará una evolución favorable, sino que la positividad (el porcentaje de test positivos sobre el total) siguió bajando: de 7,40% al 7,30% en 24 horas, la caída más importantes de todo el mes de abril.
La presión asistencial este martes se redujo levemente, siempre dentro de esa «irregular evolución a la baja» que mantiene la pandemia desde que esta cuarta ola tocó techo hace más de un mes. El número de pacientes ingresados se redujo de 10.380 a 10.205. También cayó unas décimas la ocupación de camas hospitalarias por parte de los pacientes de covid (de un 8,26 a un 8,12%) y de las camas de UCI (de un 23,35% a y un 23,12%).
La mortalidad, sin embargo, se mantuvo en niveles muy altos, ajena a la reducción de los contagios. El Ministerio de Sanidad notificó 117 fallecidos más en las últimas 24 horas, lo que elevo a 77.855 el balance total de víctimas mortales desde que comenzó la pandemia.
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