Comisiones Obreras denuncia la muerte de un sanitario que recibió una patada en los testículos

El escrito del sindicato explica que el auxiliar de enfermería, que trabajaba en el centro desde hacía más de diez años, cayó al suelo «lateralmente», perdió la consciencia y se quedó «pálido» sin poder moverse. Fue trasladado a la enfermería, donde recibió asistencia sanitaria por parte de una enfermera, pero no asistencia médica, y permaneció en reposo hasta las 19 horas, sin ser atendido por un médico. En ese momento, la empresa le dio un parte de asistencia para que acudiera a la mutua al día siguiente, pero ya fuera del hospital, el trabajador falleció.

La Secretaría de Salud Laboral de CC OO Sanidad Madrid agrega que «no se aplicaron los protocolos de agresión en el entorno laboral, que la empresa no adoptó las medidas preventivas adecuadas y que el trabajador fallecido, así como el resto de los profesionales, no cuentan con la formación suficiente y adecuada para enfrentarse a circunstancias como esta».

Comisiones Obreras dirige la denuncia contra la Orden de San Juan de Dios, propietaria y gestora del Hospital Fundación Instituto San José. «Es evidente que no existían medidas preventivas adecuadas ni el personal cuenta con formación suficiente y adecuada para hacer frente a este tipo de conflictos en el centro sanitario. Exigimos que se depuren todas las responsabilidades civiles y penales por esta nueva agresión con resultado de muerte», apunta el secretario de Salud Laboral de CC OO Sanidad Madrid, Manuel Barroso, en un comunicado.

En un comunicado enviado al resto de los trabajadores el 16 de febrero, un día después del suceso, el centro médico afirmaba: «Por ahora, no hay datos que demuestren una interrelación entre el fallecimiento y el incidente». Además, mostraba sus condolencias a la víctima y a su familia, algunos de cuyos miembros trabajan también en el hospital.

En su último informe, con datos de 2022, el Ministerio de Sanidad registró 13.177 notificaciones de violencia física y verbal contra los sanitarios. El 71% de las agresiones las realizaron pacientes y el 29%, acompañantes.