Cinco españoles quedan retenidos en Camboya al detectarse un caso de coronavirus en su crucero

Todo comenzó el día 1, cuando el crucero partió del puerto de Hong Kong para realizar un idílico viaje de dos semanas. Tendría que haber atracado en varios países, pero hasta cinco puertos le negaron la entrada por miedo a que los pasajeros estuviesen infectados por el coronavirus Covid-19. Finalmente, Camboya se apiadó de ellos el jueves y el propio primer ministro, Hun Sen, acudió a recibir al pasaje con un nutrido séquito y un ramo de flores. Todo estaba preparado para que varios vuelos chárter llevasen a los pasajeros a sus lugares de origen en tres continentes diferentes.

Pero Malasia tomó precauciones y realizó las pruebas pertinentes a quienes llegaron a su territorio. Una mujer estadounidense de 83 años dio positivo en Kuala Lumpur. De inmediato, países como Singapur o Tailandia advirtieron de que ninguno de los ocupantes del 'MS Westerdam' podrá pisar su suelo, y, aunque nadie sufre síntomas de la neumonía atípica que provoca el Covid-19, las autoridades camboyanas sellaron este lunes el barco con casi un millar de personas a bordo -entre ellas una española- e impidieron que 300 pasajeros que se hospedan en un hotel -cuatro son españoles- se marchen.

Todos tendrán que someterse a más exámenes médicos, y la naviera busca ya al resto del pasaje para que se someta también a las pruebas del coronavirus. El Ministerio de Asuntos Exteriores declinó informar sobre la identidad de los cinco españoles y se limitó a señalar a este periódico que la Embajada está en «contacto permanente» con ellos «prestándoles asistencia consular».

El 'MS Westerdam' se enfrenta a un futuro en el que caben dos posibilidades: puede seguir los pasos del 'World Dream', cuyo pasaje logró desembarcar en Hong Kong después de cuatro días de cuarentena en los que no se detectó ningún contagio, o convertirse en un nuevo 'Diamond Princess', el barco anclado en la ciudad japonesa de Yokohama en el que ya han dado positivo 454 de sus más de 3.600 ocupantes. Y allí se teme que ese número continúe incrementándose, porque solo se han realizado pruebas a 1.723 personas.

El problema está en que un foco sellado como es el buque pueda terminar propiciando la infección de quienes están sanos, razón por la que varios países han decidido repatriar a sus ciudadanos. Como sucedió en la ciudad de Wuhan, epicentro de la epidemia, Estados Unidos ha sido el primero en llevar a cabo la evacuación del 'Diamond Princess', y Washington informó este lunes de que 14 de los repatriados han dado positivo en las pruebas del Covid-19. Australia, Canadá e Italia sacarán pronto a sus nacionales del crucero.

Ante esta situación, la mayoría de las compañías han comenzado a prohibir que viajeros chinos o que hayan estado en el país durante las últimas dos semanas adquieran pasajes para sus buques, y algunos países asiáticos han decidido vetar el atraque de cualquier crucero. Estas restricciones se suman a las que ya pesan sobre los residentes en China que desean viajar al extranjero. Desde que comenzó la crisis, se han cancelado unos 21 millones de billetes aéreos con origen o destino en China, y 110 millones de billetes de tren dentro del Gran Dragón.

No obstante, en el territorio chino hay razones para la esperanza, porque el número de nuevas infecciones fuera de la provincia de Hubei, donde el domingo se decretó la prohibición total de salir de casa, continuó cayendo este lunes por décimo día consecutivo. En total, se registraron 106 nuevos fallecidos -1.772 desde que estalló la epidemia- y 2.056 nuevos contagios -lo que lleva el total acumulado hasta 70.640-. Afortunadamente, el número de quienes se recuperan continúa creciendo muy por encima de quienes fallecen: este lunes 1.739 pacientes recibieron el alta.