China contiene el virus, que repunta inesperadamente en Corea del Sur

La situación fuera del territorio chino, no obstante, es cada vez más preocupante. Sobre todo, en Corea del Sur, donde este viernes se identificaron 104 nuevos contagios. Eso supone que, en solo tres días, el número total en el país, 208, se ha multiplicado por seis. El principal foco se encuentra en la ciudad de Daegu. Allí se ha registrado el caso de una 'supercontagiadora', una mujer miembro de una secta cristiana que ha infectado a un 60% de todos los casos identificados en el país. El Gobierno reconoció además que, de los 4.500 seguidores de la Iglesia de Jesús Shincheonji, medio millar tiene síntomas de la neumonía atípica.

Por eso, Seúl declaró a Daegu 'zona de gestión especial'. También preocupa que las tres últimas personas que dieron positivo en Corea de Sur pertenezcan a las Fuerzas Armadas: un soldado de tierra, un marino, y un militar de la Fuerza Área. Por eso, el ministro de Defensa, Jeong Kyeong-doo, exigió a los uniformados que sigan al pie de la letra las recomendaciones de los expertos y se pongan en cuarentena si lo consideran oportuno.

Pero cada vez hay más dudas sobre la conveniencia de esas cuarentenas y la mejor forma de llevarlas a cabo, porque ayer se conoció que varios cientos de reclusos se han contagiado en cárceles chinas. Las de Hubei reportaron ayer 271 casos: 230 en la prisión de mujeres de Wuhan, 40 en la de Hanjin, y uno en el correccional de menores de Hubei. Pero más sorprendentes son los 241 contagios de las provincias de Shandong y Zhejiang, a casi mil kilómetros del epicentro de la epidemia.

Las autoridades ya han abierto sendas investigaciones y varios responsables de estos centros penitenciarios fueron cesados, pero se demuestra que los lugares cerrados facilitan la propagación de la infección, como sucedió en Japón con el crucero 'Diamond Princess'.