«Apostar por la sanidad pública siempre es una inversión rentable»

- Ha titulado el libro 'El ladrón de nuestras vidas', ¿siente que el coronavirus nos ha robado?

-Sin duda, además a traición. Nos ha robado miles de vidas, nos ha robado salud, nos ha robado crecimiento económico y empleo, nos ha robado los besos o los abrazos. Es un auténtico ladrón de nuestras vidas.

-Usted ha insistido siempre en la importancia de una buena comunicación en las crisis sanitarias. ¿Aprueba o suspende en este terreno a las autoridades sanitarias en España?

-Es difícil aprobar esta asignatura. La comunicación es un asunto difícil en el contexto de una pandemia donde hay un ruido mediático intenso, con noticias e informaciones que provienen de otros lugares e instituciones regionales, nacionales e internacionales. Además, informaciones que no siempre se basan en datos contrastados a causa de incertidumbres científicas y o por puro desconocimiento. En España, la credibilidad sobre el liderazgo ha estado condicionada en parte por los errores en comunicación derivados del baile de cifras que se ha producido. Baile de cifras cuya responsabilidad máxima es de algunas Comunidades Autónomas y que paradójicamente se atribuye al Gobierno de España; si a esto se une la sobreexposición mediática, algunos errores en la estrategia de comunicación y la falta de consenso en la gestión del estado de alarma, aprobar es imposible.

-Durante la pandemia, las redes sociales han ayudado a divulgar medidas para frenar el contagio, pero también han generado mucha desinformación. ¿Conviene regularlas?

-La única intervención que yo haría sería la de trabajar frente a los bulos contrarrestándolos con argumentos institucionales y científicos; también soy partidario de medidas de autocontrol por parte de las empresas que hay detrás en base a criterios de ética social.

-Hay un sentimiento generalizado de que la OMS no propuso medidas más drásticas hasta que teníamos encima el coronavirus… ¿pecaron de prudentes?

-La actuación de la OMS ha podido estar condicionada por la insuficiente información que China ofreció en las primeras semanas. También, porque el virus era desconocido y hasta después de un buen tiempo no se supo de su capacidad de infectar con gran intensidad. A pesar de eso y de algún otro error, creo que si no existiera la OMS, habría que inventarla. Es un organismo imprescindible.

-¿Fue un error político autorizar las manifestaciones del 8M?

-Esa es una polémica con intereses políticos. No había ninguna posición explícita y concreta de ninguna institución europea ni de la OMS. Por eso, hasta el día 14 de marzo que se declara la alarma, todas las respuestas del sistema sanitario español ante la epidemia se decidieron de manera unánime en los diez Consejos Interterritoriales celebrados desde primeros de febrero. En ninguno de ellos ningún consejero de salud propuso suspender ningún tipo de concentraciones.

-¿Ha dado la UE una respuesta adecuada a la pandemia?

-La UE ha respondido mejor a la crisis económica generada por la pandemia que a sus aspectos sanitarios. Lo que ahora debería hacer es asegurar que si se consigue una vacuna eficaz, ésta llegue a todos los ciudadanos sin discriminación. Con eso ya me conformaría. Pero soy escéptico.

-¿Es optimista en cuanto a la consecución de la vacuna antes de final de año?

-Soy optimista pero realista. Si se consigue la vacuna, luego vendrán otros desafíos: producir los miles de millones de dosis necesarias para todos en el menor tiempo posible, hacer que lleguen a todos sin discriminaciones, que tengan un coste a un precio justo o asegurar que sean vacunas sin efectos secundarios. Queda aún mucho recorrido.

-¿Cree que la vacuna será la panacea o habrá que seguir tomando medidas como el uso de mascarillas y la distancia social durante varios meses más?

-Si hubiera vacuna eficaz, el resto de medidas preventivas pasarían a un segundo término. Pero hasta que no haya vacuna, estas medidas han venido para quedarse.

-En España presumíamos de tener uno de los mejores servicios públicos de salud. Pero se nos han visto las costuras con la falta de mascarillas, epis, y la tasa de sanitarios contagiados más alta del mundo (más de 45.000)… ¿no todo era tan bueno, no?

-Ni España ni la UE hicieron la previsión de una reserva estratégica de materiales de protección a profesionales y de equipamientos médicos para incrementar los puestos de cuidados intensivos ante una eventual pandemia. Algo que debíamos haber aprendido de la gestión de la pandemia de la Gripe A. Creo que esa es una lección aprendida. Ahora todos hablan de tener una reserva estratégica. Apostar por la sanidad pública siempre es una inversión rentable.

-¿Han estado los políticos a la altura de la sociedad?

-No. He echado en falta el espíritu que guió la gestión consensuada de la pandemia de la Gripe A, o el que he visto en esta pandemia en Portugal.

-¿Qué le diría a Pedro Sánchez? ¿Y a Pablo Casado?

-A ambos solo les puedo decir que busquen los acuerdos básicos para afrontar las medidas sanitarias y de reconstrucción de la economía que vamos a necesitar durante los próximos años. Otras cosas sólo se las diría si me preguntaran. No obstante, he sido convocado como experto a la comisión de reconstrucción del Congreso de los Diputados y allí dejaré propuestas. En mi libro hay un decálogo. Aportaré mi granito de arena para ese necesario acuerdo.

-¿Ha pensado en meterse en la piel de Fernando Simón?

-En lo personal tengo el máximo respeto por el doctor Simón.

- Usted es experto en salud pública, ¿se atreve a aventurar cómo será la vida en las aulas el próximo curso?

Todos los escenarios están abiertos. Si mantenemos el control sobre el virus en los términos que hoy ya estamos viendo, es probable la combinación de formación presencial con las cautelas de las distancias, higiene de manos o mascarillas con formación 'online'. Pero no hay que descartar nada porque el otoño nos genera la duda de una posible intensificación de la epidemia que podría conllevar de nuevo algún grado de confinamiento.

-¿Es partidario de abrir las fronteras al turismo para salvar la economía de países como el nuestro que vive del turismo, especialmente del de verano?

-En cuanto la evolución de la epidemia lo permita soy partidario de eso. Y creo que en la segunda semana de junio pueden darse las circunstancias para ello, aunque tendremos que seguir con una intensa vigilancia epidemiológica y aplicando medidas preventivas. Esto implicará a los servicios sanitarios de las comunidades, a los ayuntamientos en la vigilancia con la policía local, a las empresas que pueden aportar un plus de seguridad y a los ciudadanos aplicando las medidas preventivas a rajatabla.