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Cecilia Cuerdo
Sevilla
Martes, 29 de septiembre 2020, 17:42
El aumento de los contagios de coronavirus en Andalucía, con varios días seguidos superando el millar de positivos en una sola jornada, ha llevado al Ejecutivo autonómico a limitar las reuniones familiares o de amigos a un máximo de seis personas que no sean ... convivientes. Una medida que se justifica, explican desde el Gobierno regional, porque el 80% de los nuevos contagios se registran precisamente en el ámbito familiar, según constatan las encuestas epidemiológicas.
El propio presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, reconocía días atrás la preocupación por este importante aumento de casos en el ámbito más cercano. «Cuando uno está en el salón de casa con el vecino, la prima o el hermano, puede ocurrir que te quitas la mascarilla, la das dos besos si hace falta y el plato de jamón os lo coméis a medias cogiendo el uno y el otro. Y al final pasa lo que pasa y los contagios llegan», subrayó el pasado domingo.
De momento, la limitación a seis personas es sólo una recomendación, pero en el gabinete jurídico de la Junta de Andalucía estudian ya como convertirlo en obligación y con posibilidad de sancionar su incumplimiento. Un extremo que, no obstante, «será muy difícil de controlar», como reconoció el consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre, al término del Consejo de Gobierno este martes. «Es una vuelta de tuerca más para intentar sensibilizar a la población andaluza de que el problema lo estamos teniendo en el ámbito familiar».
La medida se limita por ahora al ámbito doméstico, y no hay cambios en las restricciones que, por ejemplo, se aplicaban a bodas, bautizos o comuniones, donde pueden seguir congregándose hasta 150 personas. No obstante, desde la Junta advierten que en las próximas jornadas podrían ampliarse las limitaciones a la hostelería, donde todavía el máximo de asistentes a una reunión se sitúa en diez personas. Dependerá, insisten desde el Ejecutivo, de lo que indiquen los datos epidemiológicos.
Junto a esta medida, la Junta busca frenar el aumento de los contagios en algunos pueblos donde la tasa de incidencia está ya por encima de los 4.000 casos por cada 100.000 habitantes. El punto más afectado es Casariche (Sevilla), donde se triplica el número de contagios de zonas de Madrid donde ya se ha limitado la restricción de personas. Allí, el Ejecutivo regional ha optado por un confinamiento formal -aunque los vecinos llevaban ya días encerrados de forma voluntaria- con la limitación de entradas y salidas durante los próximos catorce días. Las excepciones, añadieron, será para recibir asistencia médica, acudir a centros educativos, hacer gestiones oficiales o en el banco o por fuerza mayor. Una decisión que, según el alcalde de la localidad, conocieron por los medios de comunicación.
Asimismo, la Consejería de Salud realizará un cribado masivo con test rápidos de antígenos en una treintena de municipios donde la tasa de incidencia se sitúa también por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días. Será la única medida por el momento en estos municipios, donde se deja a los ayuntamientos la potestad de imponer otras restricciones como adelantar la hora de cierre de la hostelería, el cierre de parques o la suspensión de los mercadillos. En Lucena (Córdoba), que se encontraba en una situación similar, la evolución es «altamente positiva», por lo que no se limitará la movilidad.
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