Segundo caso en España de malformación fetal asociada al zika

Hasta el momento se han notificado en España 21 casos de zika en mujeres que estaban embarazadas en el momento de la toma de muestras, y en los fetos de dos de estas mujeres se han observado anomalías congénitas relacionadas con una causa infecciosa.

Así se desprende de la última actualización del informe 'Evaluación Rápida del Riesgo de transmisión de enfermedad por el virus zika en España' elaborado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del departamento de Alfonso Alonso, que no especifica en qué comunidad autónoma se ha registrado este segundo caso de malformación fetal.

Residente en Latinoamérica

En dicho informe, actualizado hasta el pasado 1 de junio, detallan que la mujer residía en Latinoamérica pero viajó a España tras sufrir los primeros síntomas de la enfermedad durante el primer trimestre del embarazo. Se detectaron malformaciones cerebrales en el feto por ecografía el segundo trimestre pero la madre solicitó la finalización voluntaria de la gestación. Posteriormente, amplía el informe, la presencia del virus fue detectada en el cordón umbilical y tejido cerebral del feto.

Junto a este caso estaría el de otra mujer que inició síntomas de la enfermedad durante un viaje a Latinoamérica en el primer trimestre del embarazo y en la que el virus zika fue posteriormente confirmado mediante PCR. Posteriormente, en la semana 25 de gestación se observaron malformaciones cerebrales importantes en el feto.

141 casos 'importados' de zonas de riesgo

Además, en su último informe de casos diagnosticados, publicado este lunes, Sanidad ha elevado a 141 el número de casos del virus zika confirmados en España, nueve más que los 132 registrados hasta la semana pasada.

En concreto, el último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica publicado este lunes incluye 49 pacientes en Cataluña, 34 en Madrid, trece en Aragón, diez en Castilla y León, seis en la Comunidad Valenciana, seis en Galicia, cuatro en Andalucía, cuatro en Canarias, tres en Navarra, tres en Baleares, tres en La Rioja, dos en Asturias, dos en Murcia, uno en el País Vasco y uno en Castilla-La Mancha.

Todos estos pacientes procedían o habían visitado países afectados por el virus, por lo que se trata de casos importados, según aclara Sanidad, que ya ha dejado de especificar en qué comunidades autónomas se detectan los casos registrados en mujeres embarazadas.

Ante la epidemia por virus zika en la región de las Américas, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y las comunidades autónomas, ha establecido una vigilancia de casos importados de enfermedad por virus zika.

Protocolo y plan de respuesta

Asimismo, a primeros de año el Ministerio y los gobiernos autonómicos acordaron en la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS) la aprobación de un protocolo de vigilancia epidemiológica del zika y un plan de preparación y respuesta para éstas y otras enfermedades transmitidas por mosquitos, que en abril fue ratificado en el Consejo Interterritorial.

Entre otras cuestiones, se recomienda a cualquier persona que haya estado en alguna zona en la que exista el virus posponer 28 días desde su regreso las relaciones sexuales sin protección con mujeres que estén embarazadas o tengan intención de serlo, para evitar un posible contagio a través del semen y dado el posible riesgo de microcefalia fetal que todavía no se ha confirmado.

Las mujeres embarazadas que hayan viajado a países de riesgo por virus Zika se someterán a análisis de sangre y orina si al regresar a España presentan alguna sintomatología indicativa de la infección, según el protocolo de seguimiento acordado con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

Y en caso de confirmarse la presencia del virus, se realizarán ecografías seriadas para controlar el crecimiento y, sobre todo, la morfología fetal cada dos semanas, siendo imprescindible el concurso de obstetras avanzados en el diagnóstico ecográfico prenatal y en la sospecha diagnóstica de infección fetal.