Reporteros sin Fronteras carga contra la falta de transparencia del Gobierno

Fueron Alfonso Armada, presidente de la sección española, y Edith R. Cachera, vicepresidenta y corresponsal en España de RSF Internacional, los encargados de presentar un informe que tira de las orejas a Vox por «agitar el odio» contra los periodistas y carga también contra Unidas Podemos y su líder, Pablo Iglesias, por su «hostilidad hacia determinados medios y reporteros».

Durante su intervención, Cachera explicó que una de las razones por las que España ha mantenido su puesto en la clasificación ha sido, en parte, «por el movimiento de países aledaños», al tiempo que remarcó que en 2020 la falta de transparencia y el clima de opacidad afectaron a todas las instituciones del Estado. Puso como ejemplo de esto último las dificultades y obstáculos que han tenido que sortear los reporteros gráficos a la hora de retratar en imágenes «la realidad trágica» de la pandemia o la llegada de migrantes a las costas españolas.

En el apartado que el informe dedica a España, se explica que la pandemia puso fin en 2020 a tres años de «considerable violencia física» contra periodistas por parte de la policía y de manifestantes, sobre todo en el marco del conflicto en Cataluña y por el auge de la extrema derecha. «El clima de polarización que persiste, y que incluso se intensifica en la vida política y en el posicionamiento de los medios de comunicación desde la llegada al poder de la coalición del PSOE y Unidas Podemos, está erosionando la confianza de la sociedad en los periodistas y refuerza el discurso de odio contra la prensa», afirma el documento, que destaca que Vox «insiste en su estrategia de estigmatizar a los periodistas 'enemigos', endurece sus maniobras de acoso en internet y de intimidación, y prohíbe a los periodistas la cobertura» de sus actos.

También se hace eco de que la profesión se mostró especialmente preocupada «por las ruedas de prensa en las que no era posible formular preguntas, o solo preguntas validadas previamente por el Ejecutivo, por las medidas adoptadas contra la desinformación». Una falta de transparencia que, a juicio de RSF, se vio agravada «por el estado de emergencia, el confinamiento draconiano y las feroces restricciones aplicadas en España durante los primeros meses de la pandemia. Los periodistas han tenido que luchar por cubrir la trágica realidad de los hospitales y las morgues, así como para obtener cifras fiables y coherentes, a menudo calculadas de forma independiente y sin ayuda del Gobierno».

A nivel internacional, RSF denuncia que el ejercicio del periodismo encuentra graves impedimentos en 73 de los 180 Estados que conforman el ranking, y obstáculos en otros 59, lo que supone el 73% de los países evaluados. El bloqueo del periodismo lo revela un indicador que mide las restricciones de acceso y los impedimentos a la cobertura de la actualidad, que registró un importante deterioro. ¿La razón? La crisis sanitaria ha dado lugar al «cierre de accesos» a las coberturas sobre el terreno y a las fuentes de información. Tal ha sido el cerrojazo, que RSF se pregunta si se reabrirá cuando todo vuelva a la normalidad.

Además, el barómetro Edelman Trust 2021 revela una desconfianza de la ciudadanía hacia los periodistas: el 59% de las personas encuestadas en 28 países cree que los periodistas engañan deliberadamente al público y difunden información que saben que es falsa.

Por otro lado, México se encuentra entre los países más peligrosos para los medios de comunicación, según el informe de RSF, que coloca este año al país en el número 143 de 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. «La colusión de las autoridades y los políticos con el crimen organizado amenaza gravemente la seguridad de los actores de la información y obstaculiza el funcionamiento de la justicia del país a todos los niveles», señala el documento.