J.V. Muñoz-Lacuna
Cuenca
Martes, 15 de octubre 2019, 13:31
El Tribunal Supremo ha rebajado de 112 años y medio de prisión a 33 años la pena a la que fue condenado un hombre por haber violado repetidamente a sus dos hijas, menores de edad, que llegaron a quedar embarazadas y tuvieron que abortar.
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El ... padre fue condenado en diciembre de 2018 a esos 112 años por ocho delitos de agresión sexual y cinco de maltrato habitual hacia su esposa y sus hijas, a la prohibición de acercarse a sus hijos durante 20 años y a indemnizar a las menores agredidas sexualmente con 10.000 euros. También le fue retirada la patria potestad. Es precisamente aquí donde el Tribunal Supremo considera que se cometió un error: tendría que haber sido condenado por dos delitos continuados de violación, uno por cada una de sus hijas, y no por ocho delitos distintos.
Los hechos ocurrieron entre los años 2015 y 2017 en las localidades conquenses de San Clemente y Sisante y en las vallisoletanas de Fresno el Viejo y Villafranca de Duero, donde el condenado, de nombre Petrica -de origen rumano- residió con su esposa y sus hijos. Éstas contaban con 15 y 16 años de edad cuando su padre comenzó a agredirlas sexualmente. Primero a la menor de 15 en una nave de San Clemente bajo amenazas y golpes y más tarde a la otra hija ante la oposición de la madre, a la que maltrataba. Esta situación se mantuvo hasta que en junio de 2017 un hijo salió en defensa de la madre y también fue golpeado por su progenitor. Fue entonces cuando la familia decidió alertar a la Guardia Civil y denunciar los hechos.
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