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La mansión de la familia Hochberg, cerca de Breslavia, donde estaría la fortuna. R. C.
El rastro del tesoro robado por los nazis

El rastro del tesoro robado por los nazis

El diario de un oficial de las SS dice que Himmler enterró junto a un palacete del sur de Polonia 30 toneladas de oro y obras maestras robadas a los judíos, algunas de Rafael, Monet o Rembrandt

Lunes, 8 de junio 2020, 00:10

El penúltimo rastro del inmenso tesoro expoliado por los nazis conduce a un palacio del sur de Polonia. El diario de un miembro de las Waffen-SS lo señala como el escondite de casi 30 toneladas de oro y otras riquezas ocultas por Heinrich ... Himmler y sus secuaces de la 'Ahnenerbe' en 1945 para evitar que cayeran en manos de Stalin. Lo asegura la web del diario polaco 'TFN' (The First News), que sostiene que este fortunón se enterró junto a la mansión de la familia Hochberg, cerca de Breslavia, ya vallada y vigilada por cámaras.

El diario del oficial nazi que firma como Michaelis, y que podría ser Egon Ollenhauer, apunta a que el tesoro habría sido enterrado en un pozo del que se dinamitó su boca. La clave está en un mapa abocetado por Michaelis que señala el palacete del siglo XVI como uno de los once enclaves donde los nazis ocultaron su oprobioso botín de sangre ante el avance del Ejército Rojo hacia Berlín. Unos escondrijos donde los esbirros de Himmler habrían ocultado joyas, pinturas, piezas de arte sacro, dinero y oro saqueado en toda Polonia.

La historia del 'TFN', puesta en duda por algunos historiadores pero que hace frotarse las manos a los guionistas, dice que Himmler evacuó las riquezas robadas durante la retirada alemana de Polonia, ante el imparable avance soviético que le obligó a esconder parte del botín para recuperarlo tras una hipotética reconquista del territorio.

El encargado de evitar que lo robado cayera en manos del enemigo fue Günther Grundmann, director del 'Instituto para el estudio y la eliminación de la influencia judía en la vida de la iglesia alemana' y conservador del patrimonio de la región de la Baja Silesia. En 1942 Grundmann inventarió y ocultó en 74 emplazamientos secretos obras de arte germanas para evitar su destrucción en los bombardeos.

Uno de ellos fue el palacio de Hochberg, en Roztoka donde el supuesto oficial de las SS y sus jefes, siempre según la versión de 'TFN', ocultaron casi 30 toneladas de oro y objetos de gran valor antes de cegar su boca con explosivos y reflejar su ubicación en su diario.

Roman Furmaniak, director de la fundación Silesian Bridge, que sacó a la luz el plano, asegura que el diario de Michaelis fue cedido a su organización junto con otros documentos por descendientes de miembros de las Waffen-SS afincados en la ciudad alemana de Quedlinburg. Entre los muchos legajos, estaría un mapa con once supuestos escondrijos de decenas de obras de arte robadas, objetos de culto, oro del Reichsbank y un cuadro perdido de Rafael y obras de Durero, Botticelli, Caravaggio, Monet o Rembrandt. La fundación dice que tres instituciones alemanas especializadas confirman que tanto el diario como el lápiz utilizado datan de la II Guerra Mundial. Las autoridades polacas comprobarán la veracidad de los enclaves que se citan.

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