Vistas del desierto del Sáhara donde se realizó la investigación Savino di Lernia

Los peces del Sáhara

Hasta hace 40.000 años los asentamientos humanos primitivos se alimentaban de la pesca de siluros y tilapias en el actual desierto, según investigadores europeos que analizaron los fósiles del oeste libio

Miércoles, 19 de febrero 2020, 15:06

Hubo una vez bosques y ríos en el vasto territorio de arena tan cercano a España. Hace unos 10.000 años, en la era posterior a la glaciación, un primitivo ser humano se paseaba por esas llanuras verdes, dedicado a la recolección y, sobre todo, ... a la pesca. En el actual desierto del Sáhara había peces, como el siluro y la tilapia. Durante 5.000 años, en el Holoceno, esa región ahora «ventosa, calurosa e hiperárida» de las montañas de Tadrart Acacus, en el suroeste de Libia, fue un lugar «húmedo y rico en agua y vida, con evidencia de múltiples asentamientos humanos y fauna diversa», asegura un estudio del Museo de Historia Natural belga y la Universidad Sapienza de Roma, que se basa en el registro fósil de la zona.

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En los refugios rocosos de la región se han encontrado también artefactos culturales, como herramientas, y arte rupestre, junto a los fósiles que eran, en realidad, las sobras de la alimentación de las comunidades. «Se determinó que todos los peces y la mayoría de los otros restos eran desperdicios de comida humana, debido a las marcas de corte y las huellas de quemaduras: los dos géneros de peces en Takarkori fueron identificados como bagre y tilapia», explican los científicos Wim Van Neer y Savino di Lernia, en el artículo publicado 'Plus One'. En efecto, había peces en el Sáhara.

Pero llegó el cambio climático. Poco a poco las tierras fecundas se transformaron en arena, hasta que hace poco más de 4.000 años se hizo desierto. Los que había llegado comenzaron, primero, a cambiar sus hábitos. A medida que se secaban los recursos hídricos, los humanos cambiaban de dieta.

Al inicio de los asentamientos humanos, los peces constituyeron el 80% de la dieta durante cientos de años. La alimentación se complementaba con mamíferos, aves, reptiles, moluscos y anfibios. Pero con las variaciones del ecosistema los peces fueron reemplazados cada vez más por mamíferos. Si hasta hace 8.000 años el 90% de todos los restos era de pescados, hace 4.000 representaba sólo el 40%. «Los resultados sugieren que los habitantes de Takarkori se centraron gradualmente más en la caza y la ganadería», afirma la investigación, que analizó 17.551 restos de animales junto con al Departamento de Antigüedades de Libia, en la excavación conjunta del refugio de rocas saharianas.

El circuito de ríos y manantiales, que habían estado conectados con el sistema acuífero del Nilo, languidecía hasta ser absorbido por la aridez extrema. En el proceso de desertificación, primero desparecieron las tilapias, esa especie africana que se puede encontrar todavía hoy en las pescaderías españolas. Los siluros aguantaron unos siglos más, gracias a desarrollar órganos para respirar aire y sobrevivir en aguas poco profundas y de alta temperatura. La sequía terminó por desplazar a las poblaciones en aquellos años de «dramáticos cambios climáticos que condujeron a la formación del desierto más grande del mundo». Los bagres supervivientes, aislados en charcas, sin embargo, no pudieron moverse.

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