París dice adiós a los patinetes eléctricos de alquiler

«¿A favor o en contra de los patinetes de autoservicio en París?», era la pregunta a la que tuvieron que contestar los parisinos. El 89% votó a favor de prohibir este medio de transporte alternativo, mientras que el 11% se mostró partidario de que continuara este servicio. Aunque el voto tenía carácter consultivo, la alcaldesa de París, la hispanofrancesa Anne Hidalgo, se comprometió a respetar el resultado del referéndum.

Desde que los patinetes eléctricos de alquiler hicieron su aparición en 2018 en las calles de París, fueron objeto de polémica. Muchos conductores y peatones se quejaban del peligro que suponían, con usuarios circulando a toda velocidad, incluso por las aceras. También muchos criticaban que los patinetes eléctricos estaban tirados por cualquier sitio, impidiendo o dificultando el paso a los peatones. Ante las continuas quejas, el Ayuntamiento de París tomó cartas en el asunto. En agosto de 2019, se prohibió su circulación por las aceras y un mes después se decretó su estacionamiento obligatorio en 2.500 parkings de patinetes eléctricos creados por el ayuntamiento.

En 2021, tras la muerte en París de una peatona italiana tras ser atropellada por un patinete eléctrico con dos personas a bordo, el Ayuntamiento limitó la velocidad de estos vehículos de movilidad urbana. Pero las quejas continuaron. En las manifestaciones parisinas, los violentos utilizaban los patinetes para hacer barricadas, las quemaban o las usaban como arma arrojadiza contra la policía. Los gamberros también tiraron numerosos patinetes al río Sena.

Antes de su prohibición, tres empresas de patinetes eléctricos (Dott, Lime y Tier) operaban en París con una flota de 15.000 patinetes eléctricos de alquiler. En 2022, se realizaron 18 millones de trayectos con 400.000 usuarios únicos al mes. El 85% de los usuarios de patinetes electrónicos de alquiler eran de París y alrededores y el 15% turistas.

En marzo pasado, los tres competidores lanzaron, sin éxito, una campaña en las redes sociales para incitar a los más jóvenes a votar en el referéndum a favor de mantener el servicio. Incluso pagaron a influencers conocidos para que hiciesen campaña con el hashtag #SauveTaTrott (salva tu patinete). Sin embargo, al final nueve de cada diez parisinos que participaron en el referéndum votaron a favor de los prohibir los patinetes eléctricos compartidos.

A lo largo del mes de julio y agosto, los operadores han ido retirado progresivamente sus patinetes eléctricos de las calles de París. Esta semana apenas se veían patinetes de alquiler circulando por la capital.

Las flotas de patinetes parisinos no serán destruidas. Por ejemplo, los patinetes de Lime serán reparados, reacondicionados y enviados a otras ciudades francesas y europeas con una fuerte demanda de este servicio, como Lille, Londres, Copenhague o Berlín.

Lime se ha despedido de sus clientes dejando pegada una postal nostálgica en el volante de sus patinetes a modo de agradecimiento por su fidelidad. «Querido París, pronto te dejamos. Pero nuestros momentos compartidos permanecerán para siempre grabados en nuestros corazones. Gracias a nuestra historia hemos recorrido 87.451.328 kilómetros, evitando así la emisión de 28.613 toneladas de CO2», rezaba una de sus postales de Lime, en la que recordaba que las bicicletas eléctricas no están prohibidas en París y que son una excelente alternativa al transporte público.