Secciones
Servicios
Destacamos
darío menor
Corresponsal. Roma
Martes, 2 de marzo 2021, 18:11
Tras dieciséis meses sin poder realizar viajes internacionales debido a la pandemia del coronavirus, el papa Francisco volverá este viernes a subirse a un avión para visitar Irak, un país que nunca ha acogido a un obispo de Roma, y donde permanecerá hasta el lunes. ... Aunque tanto Jorge Mario Bergoglio como los miembros de su séquito ya están vacunados contra el coronavirus, será un viaje no exento de peligros debido a la inestabilidad política y social que vive el país árabe tras años de guerra.
Basta pensar en los últimos ataques terroristas, como los cohetes que impactaron la semana pasada en los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Bagdad. Esta situación obligará a Bergoglio a utilizar «probablemente» un vehículo blindado, según confirmó este martes el portavoz vaticano, Matteo Bruni, que consideró la visita un «acto de amor» de Francisco hacia la población iraquí.
Pese a las muchas incógnitas, el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca de Babilonia de los caldeos, intentó transmitir un mensaje de tranquilidad. «No hay riesgo. Estoy seguro de que todos harán lo máximo posible para garantizar que el viaje se desarrolla sin incidentes. No sucederá nada. El Papa es una figura muy apreciada por los musulmanes porque está abierto al diálogo. Las autoridades civiles y religiosas harán de todo para garantizar la visita», comentó Sako, líder de la pequeña comunidad católica local, cuyos miembros empiezan tímidamente a volver a su tierra después de verse obligados a huir de la barbarie del grupo yihadista Estado Islámico.
Durante su estancia en territorio iraquí, Francisco conocerá precisamente algunos de los lugares que sufrieron la persecución religiosa al visitar la llanura de Nínive, histórico enclave cristiano y donde participará en diferentes actos. En Mosul, la que fuera capital del califato proclamado por el Daesh, celebrará una oración por las víctimas de la guerra, mientras que en la localidad de Qaraqosh acudirá a la iglesia de la Inmaculada Concepción, dañada en 2014 durante la ocupación del citado grupo yihadista.
«Todos los iraquíes, y no solo los cristianos, esperan conforto y esperanza de la visita. Desean que los animen para soñar con una situación mejor. Esto viene de los llamamientos del Papa al perdón y la reconciliación, así como a favor del respeto mutuo por la vida, por los derechos humanos y por la diversidad religiosa y étnica», dijo el cardenal Sako, asegurando que Francisco es también una figura de referencia para los musulmanes, que suponen más del 95% de los 39 millones de habitantes del país (65% chiíes, 30% sunníes).
«Ellos valoran un testimonio diferente que ofrece el Santo Padre después de todo este tiempo escuchando solo la voz de las armas y de la guerra. Francisco ofrece una palabra de fraternidad humana y de respeto a la vida y al valor de la paz y de la dignidad humana», insistió el purpurado. También las autoridades políticas del país se expresan en la misma línea. El presidente iraquí, Barham Saleh, calificó de «histórica» la visita del obispo de Roma y se mostró convencido de que transmitirá un mensaje de «paz y tolerancia» y «contra el extremismo».
El gran momento interreligioso del viaje se vivirá con el encuentro que el Papa mantendrá el sábado con el ayatolá Ali Al-Sistani, máxima autoridad religiosa chií del país, en Nayaf, una de las ciudades santas para esta rama del islam. Esta reunión se produce dos años después de la firma en Abu Dhabi por parte de Francisco y de Ahmad Al-Tayyeb, gran imán de Al-Azhar y figura de referencia para los sunníes, del Documento sobre la Fraternidad Humana, un texto que marcó un hito en el diálogo interreligioso y contra el extremismo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.