El Papa: «La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra»

«Todo irá bien, decimos constantemente estas semanas, aferrándonos a la belleza de nuestra humanidad y haciendo salir del corazón palabras de ánimo«, recordó el Pontífice. »Pero, con el pasar de los días y el crecer de los temores, hasta la esperanza más intrépida puede evaporarse», advirtió a los fieles. Por ello, insistió en que «podemos y debemos esperar porque Dios es fiel y no nos ha dejado solos», pese a las «tristeza que podamos albergar». «No cedamos a la resignación, no depositemos la esperanza bajo una piedra», enfatizó.

El Papa se sumó recientemente al llamamiento realizado por Naciones Unidas a favor de un alto el fuego inmediato y mundial para preservar, frente al coronavirus, a los civiles más vulnerables en los países en guerra. Este mensaje de la ONU, sin embargo, no ha tenido el seguimiento deseado y en algunas zonas, como Afganistán, aún se están registrando ataques.

«Acallemos los gritos de muerte, que terminen las guerras. Que se acabe la producción y el comercio de armas, porque necesitamos pan y no fusiles», dijo en su homilía pronunciada en la basílica de San Pedro- Lo hizo en presencia solo de una decena de concelebrantes y una decena de fieles, los justos para poder preservar las medidas de seguridad sanitaria frente al coronavirus.

La pandemia global provocada por el Covid-19 también ha impedido la celebración de bautismos durante la misa tradicional de vigilia pascual al final de la Semana Santa. En este contexto, el papa Francisco dará su bendición 'Urbi et orbi' este domingo de Pascua también desde el interior de una basílica de San Pedro casi vacía, sin la aclamación de los 70.000 fieles que vinieron el año pasado a escuchar y saludar al Pontífice al aire libre.