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Para el Papa Francisco es una característica propia de la mujer ser «generosa» y «valiente», pero también entre ellas hay a veces «alguna neurótica», algo que según el Pontífice sucede «un poco en todos sitios». En la audiencia que mantuvo hoy en el Palacio Apostólico ... del Vaticano con las participantes en la Asamblea General de la Unión de Madres Superioras de Italia, que aglutina a las líderes de las congregaciones religiosas femeninas de ese país, Jorge Mario Bergoglio, de 86 años, improvisó estas palabras que han provocado una nueva polémica en la Iglesia católica, una institución acusada a menudo de machismo.
También insistió el Papa en que la mujer es «dar vida, abrir caminos, llamar a los otros y caminar juntos», para lo que aseguró que es necesario «coraje y libertad de corazón». Las describió como personas «valientes» y «buenas», que «saben dar». Recordando que según el Evangelio fueron las seguidoras de Jesús las que dieron el primer anuncio de la resurrección, afirmó que alguno «que piensa mal» podría decir que «mandaron» a las mujeres para «charlar». «Corrieron para dar un anuncio, no una charla: eso es otra cosa», dijo Bergoglio en su discurso, en el que destacó que aquellas mujeres optaron por «no tenerse sólo para ellas la alegría del encuentro».
Más allá de su posición contraria al sacerdocio femenino frente a la petición en este sentido del sector más aperturista de la Iglesia, no es la primera vez que el Pontífice se ve en una situación comprometida debido a unas declaraciones suyas acerca de las mujeres. Las más sonadas fueron cuando calificó de «machismo con faldas» al feminismo. «Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del 'machismo con faldas', porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista», comentó en 2013, a los pocos meses de ser elegido obispo de Roma.
En estos diez años del pontificado, en los que se ha propuesto elaborar «una teología profunda de la mujer», ha ido designando a algunas religiosas en puestos de responsabilidad en la Curia romana, aunque todavía no hay ninguna fémina al frente de uno de los 'ministerios' de la Santa Sede. Entre las mujeres en cargos importantes destaca Raffaella Petrini, secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, y Alessandra Smerilli, secretaria del dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral. Ambas son religiosas, mientras que es laica Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos.
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