El confinamiento ha aficionado a la directora adjunta de '¡Hola!' a la observación de aves. Cuando deja los prismáticos, ejerce de cuentacuentos en remoto. El martes presenta su octava novela
La niñez de Mamen Sánchez (Madrid, 1971) está ligada a Valentino, Julio Iglesias, Carolina Herrera, Lola Flores, Evelyn Lauder... En foto o en persona, pululaban por el salón de estar de sus abuelos paternos en Barcelona. Allí fue donde, hace 76 años, Antonio Sánchez, un rondeño, ingeniero agrónomo y titular de una explotación de vacas lecheras, y la palentina Mercedes Junco, alumbraron '¡Hola!'. De saludar cada semana desde el corazón se ocupan ahora ella, sus hermanos, tíos, primos...
Lunes
9.00 horas. Me lo paso bomba en mi trabajo. Los lunes es el día de más estrés porque cerramos la portada y toda la edición. Llevamos un tema muy chulo de Laura Vecino y Cristina Tosío con sus trajes de baño en Ibiza, otro de Rafa Nadal y su esposa estrenando catamarán, la gran duquesa de Luxemburgo posando con el heredero... Parece que la vida regresa después del confinamiento. Cuando empezó tuvimos miedo. No sabíamos si íbamos a poder sacar adelante el trabajo, pero los amigos de '¡Hola!' se han portado de maravilla y nos han contado desde sus casas qué hacían y qué cocinaban.
15.00 horas. Subo a comer. La oficina y mi casa están en el mismo edificio, en Chamberí. Es así desde que mi familia se trasladó de Barcelona a Madrid en 1963. De niña, cuando salía del cole, siempre iba a ver a mis abuelos. Recuerdo que un día encontré a mi abuela a todo llorar por una tal Carolina... Acababa de fallecer Stéfano Casiraghi. Eran como parte de su familia. A mí me ocurre lo mismo. Algunos acaban convirtiéndose en grandes amigos. Me ha ocurrido con Miranda, Paloma Cuevas... Las adoro.
Martes
8.00 horas. Desayuno con mi marido, Álvaro. Es abogado. Trabaja en el Real Madrid. Café con leche y pan con mantequilla y miel. No siempre hay jamón.
11.00 horas.Los martes cierro la edición de México. La dirección es mía. Me la encomendó mi padre en 2006. Él y mi madre se pusieron a estudiar Periodismo juntos cuando tenían casi 40. Querían estar preparados para el relevo. Esta semana la portada es de los Capetillo, una pareja de actores muy conocidos y sus cinco hijos. Nos reciben en su rancho, donde pasan el confinamiento.
17.00 horas. Recibo un paquete. ¡Es mi nueva novela, la octava, recién salida de la imprenta! Me muero de la ilusión. Se titula 'Costa azul'. Transcurre en los años 50. Gira en torno a los enredos de un agente secreto que los belgas envían allá para que investigue al rey Balduino. En la época se comentó que tenía un 'affaire' con su madrastra. Creo que ha quedado muy simpática. ¡¡¡Mi editora de Espasa me dice que la presentamos el próximo martes!!!
18.00 horas. Me doy un paseíto hasta Zara Home y me compro una vela.
Miércoles
08.00 horas. Me hago una tablita de gimnasia de 20 minutos con una youtuber.
10.00 horas.La revista ya está en los kioscos con la nueva ilusión de Nieves Álvarez, un abogado valenciano que se llama Manuel Broseta. Es una monada de pareja. Es de la exclusivas que nos gusta dar. Sobre todo después del fallecimiento de Álex Lecquio... Aún estoy muy conmovida. Le tenía un gran cariño. Ha sido lo más duro que he escrito de mi vida.
10.00 horas. Subo a comer. Gazpacho, entrecot de verduras a la plancha y una rodaja de sandía. Cocina Morena, la señora que trabaja en casa desde hace muchos años. Menos mal. Se me da fatal.
16.30 horas. Los miércoles por la tarde siempre voy a una unidad pediátrica de oncología y leo cuentos a los niños. Hice un curso de cuentacuentos. Duró dos años. Aprendí técnicas de expresión corporal, de teatro, a modular la voz... Estoy deseando volver. Ahora los grabo en vídeo y se los envío. Es una parte de mi vida muy bonita e importante.
19.00 horas. Voy con mi hija pequeña a Pontejos (una mercería histórica). Le encanta coser. Tiene 16 años. Tengo cinco, dos en el cole y a tres en la uni. La mayor, de 23, canta maravillosamente. Estudia Periodismo digital y le encanta la revista. En medio tenemos a una cineasta y a Álvaro, que estudia Comunicación, Psicología y Marketing. Los cinco están ahora de voluntarios. Van todos los días a la parroquia de San Amaro, al Banco de Alimentos.
Jueves
10.30 horas. Todavía no recibimos, así que hablamos por teléfono con los anunciantes, los representantes de artistas, los colabores, periodistas que nos ofrecen algún tema...
18.00 horas. Me tengo que poner al día con las fundaciones con las que colaboro: Irene Villa, Lo que de verdad importa y Madrina, que se ocupa de mamás embarazadas o con niños pequeños y con muchos problemas personales. Les dono lo que obtengo de mis novelas. ¡Ah! y Garrigou, de niños con síndrome Down. Les escribo un cuento y luego les ayudo a teatralizarlo para una función en Navidad. El último relato obtuvo un premio en Estados Unidos. Muchas veces obtienes mucho más de lo que das.
00.00 horas. Me acuesto y pienso en que no tengo ganas de volver a viajar. Me apetece más una vida sencilla y tranquila. He redescubierto a la familia. Hay que ocuparse más de ella. Me está gustando estar en casa con mis hijos.
Viernes
11.30 horas. Los viernes son días de mucho trabajo. Hay que hacer maquetas, textos y mandar a imprenta los dos primeros cilindros. La revista se hace por pliegues. Los llamamos así porque antes se hacía con cilindros de cobre que se picaban y por ahí pasaban las hojas para ir imprimiéndolas.
17.00 horas. En cuanto se pueda volveremos al campo, en una casa que tenemos en la provincia de Burgos. Hemos pasado allí el confinamiento. Encontré unos prismáticos y me dediqué a aprender cosas de los pájaros. Qué apasionante. Tengo que bajar el ritmo y dedicar más tiempo a disfrutar de las cosas buenas. No sé lo que me va a durar esta mentalidad zen...
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