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JOsé ramón Villalba
Martes, 26 de noviembre 2019, 13:14
La dirección de un centro educativo de la capital granadina presentó una denuncia el pasado jueves por el presunto maltrato físico que tres menores, matriculados en este centro, presentaban después de comprobar los distintos hematomas que tenían en distintas partes del cuerpo. El caso ... fue puesto en manos de la Fiscalía de Menores, según ha sido comunicado a este periódico.
Policía Local de Granada, quien está autorizada a actuar con menores cuando se trata de casos muy graves, se personó en el colegio para trasladar a los menores a un centro médico de la capital donde los pequeños fueron sometidos a una exploración exhaustiva en la que se pudieron ver suficientes indicios de maltrato físico en los tres pequeños. Con el correspondiente informe médico en la mano y la denuncia cursada desde el centro educativo, la autoridad judicial competente ordenó la detención de los padres quienes tras prestar declaración quedaron en libertad con cargos.
También se dio orden de la retirada de los tres menores a esta pareja y el ingreso de los mismos en un centro de protección. La medida se adoptó el pasado jueves de forma urgente y es ahora cuando la Junta de Andalucía efectúa una investigación más en profundidad para saber qué hay detrás de estos padres, en el caso de que hubiera antecedentes por hechos similares, y un informe psicosocial donde se informará a la Fiscalía de Menores de las circunstancia de los pequeños, así como de su conveniencia de que los vástagos sean retirados por más tiempo a los padres, al menos, de momento.
En la actualidad, la Junta de Andalucía mantiene la tutela de más de 800 niños en Granada para evitar su abandono. Se trata, en general, de pequeños que pertenecen a familias desestructuradas que no les proporcionan los cuidados necesarios.
«Hay que cambiar las conductas de aquellos que piensan que los menores son propiedad de los padres. No es así. Los menores son sujetos propios de derecho y necesitan que sus derechos sean defendidos por sus familias. Para el caso de que las familias no lo hagan adecuadamente, lo lógico es que sea la Administración autonómica u otras entidades las que tengamos que reponer los daños que sufren los menores», apunta una fuente consultada ayer en la Junta de Andalucía.
La mayor parte de los casos de tutela de la Junta se refiere a menores que han sufrido malos tratos físicos o psíquicos por parte de sus familias o que bien han sido dejados por éstas en situación de desamparo o abandono.
La madre de los menores ha señalado que un día antes de la retirada de los menores discutió con su hijo mayor. «El cual se abalanzó sobre mí y yo para evitar que siguiera le puse la mano en la cara y le hice un rasguño. A mi marido tampoco le han querido dar a los hijos porque no declaró en contra mía», comenta la progenitora de los tres menores.
El Instituto de Medicina Legal de Granada pudo atender el pasado año en torno a noventa casos de menores supuestamente maltratados en el seno familiar. La mayor parte de estos menores son hijos de parejas separadas. Después son estas las que denuncian episodios de maltrato, pero la mayoría de las veces suelen acabar archivadas porque tras el pertinente examen forense, este no detecta episodios de maltrato de acuerdo a las lesiones leves que presenta el menor.
Un estudio de Diputación, de años atrás, indica que los tipos más frecuentes de maltrato infantil son los siguientes: el físico -23% de los casos-, el emocional -50%-, abandono o soledad los niños -75%-, corrupción -17%-, abusos sexuales -5%-, mendicidad -25%- y explotación laboral -16%-.
De momento, hay una investigación abierta contra los padres de los tres menores, mientras los pequeños siguen ingresados en un centro de protección.
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