Los obispos consideran necesario «hablar de sexo»

«Dentro del movimiento feminista se producen tensiones en su seno sobre este aspecto», argumentó el obispo portavoz. «A la hora de la promoción de la mujer, valoramos mucho la distinción entre varón y mujer. Determinadas propuestas de empoderamiento prescinden del significado de esta diferencia», sostuvo Argüello, para quien la identidad sexual «se recibe», no se elige.

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A. PANIAGUA

La Iglesia discrepa de quienes ven la «corporalidad como un territorio para ejercer la libertad», un ámbito en el que se puede ejercer una especie de «derecho de autodeterminación». Frente a esta visión, la jerarquía católica mantiene la dualidad entre hombre y mujer y aduce que la sexualidad es ajena al ejercicio autónomo de la voluntad. «A veces no somos capaces de explicar bien al significado que damos a la diferencia sexual sin que se nos acuse de algún tipo de fobia».

Esta cuestión no se abordó en la reciente asamblea plenaria de obispos, pero a preguntas de los periodistas, Argüello hizo la siguiente reflexión: «A la Iglesia en ocasiones se nos sitúa en posicionamientos polémicos, pero es urgente abrir un debate cultural, social y antropológico», sobre todo a la vista de que España está asolada por lo que dio en llamar «invierno demográfico».