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Mineros entiban con postes y trabancas un frente de arranque situado a 700 metros de profundidad en el pozo San Nicolás, en Mieres. Reportaje fotográfico: Sergio García
La mina de los resistentes

La mina de los resistentes

Las antes prósperas cuencas de Asturias se encomiendan a las energías renovables para sobrevivir. El pozo San Nicolás es el único de España que ha esquivado el cierre, incluso en plena emergencia sanitaria

Domingo, 29 de marzo 2020, 00:42

Roberto y Pablo atacan la roca con precisión quirúrgica y la pared reverbera con cada acometida. Su trabajo no es extraer mineral, sino levantar un crucero allí donde la galería corta en dos una veta de carbón de manera que se abran dos niveles de ... explotación, a derecha e izquierda. Estamos en el segundo nivel del tramo 782, un laberinto de redes donde el aire está preñado de polvo en suspensión y el calor empieza a hacerse notar. Todo el trabajo es manual, desde el picado de la galería hasta la entibación y el guarnecido. Aquí están los mineros más duros, los que levantan los cuadros metálicos que apuntalan ese espacio claustrofóbico con postes y trabancas, unas vigas curvas de 90 kilos diseñadas para sostener nada menos que la montaña. Son la punta de lanza del San Nicolás, el único pozo de carbón que sobrevive en España. Allí abajo, a entre 580 y 700 metros de profundidad, 297 trabajadores repartidos en tres turnos devoran las entrañas de la tierra con la voracidad de un topo.

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