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Los centros de las grandes ciudades matan cada verano. Las islas de calor, las áreas del núcleo urbano que por exceso de hormigón, vehículos y asfalto y falta de zonas verdes mantienen de forma permanente temperaturas muy superiores a las de la periferia, son las responsables de aproximadamente una de cada diez muertes registradas en las principales capitales españolas entre junio y agosto. Así lo certifica un estudio europeo publicado en la prestigiosa revista 'The Lancet' y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), la alianza científica impulsada por la Fundación La Caixa.
Las islas de calor son un fenómeno
que se produce en zonas urbanas que
experimentan temperaturas más altas
que las zonas circundantes debido a
la actividad humana
Esta es la variación
de temperatura
en Barcelona
por la noche
Centro
ciudad
15ºC
14ºC
Río Besós
13ºC
Playa
Gavà
12ºC
11ºC
10ºC
Suelo más parecido al natural y menor número de edificaciones
En los sectores más abiertos disminuye la temperatura
Las islas de calor son un fenómeno que se
produce en zonas urbanas que experimentan
temperaturas más altas que las zonas
circundantes debido a la actividad humana
Esta es la variación
de temperatura
en Barcelona
por la noche
Centro
ciudad
15ºC
Río Besós
14ºC
13ºC
Playa
Gavà
12ºC
11ºC
10ºC
Suelo más parecido al natural y menor número de edificaciones
En los sectores más abiertos disminuye la temperatura
Las islas de calor son un fenómeno que se
produce en zonas urbanas que experimentan
temperaturas más altas que las zonas
circundantes debido a la actividad humana
Esta es la variación de temperatura
en Barcelona por la noche
15ºC
Centro ciudad
Suelo más parecido al natural y menor número de edificaciones
14ºC
Río Besós
13ºC
En los sectores más
abiertos disminuye
la temperatura
Playa
Gavà
12ºC
11ºC
10ºC
Las islas de calor son un fenómeno que se
produce en zonas urbanas que experimentan
temperaturas más altas que las zonas
circundantes debido a la actividad humana
Esta es la variación de temperatura
en Barcelona por la noche
15ºC
Centro ciudad
Suelo más parecido al natural y menor número de edificaciones
14ºC
Río Besós
13ºC
En los sectores más
abiertos disminuye
la temperatura
Playa
Gavà
12ºC
11ºC
10ºC
La letalidad de las cada vez más frecuentes olas de calor es conocida. Causan o agravan enfermedades respiratorias y cardiovasculares, saturan las urgencias y elevan la mortalidad prematura. Pero estos fenómenos son ocasionales y de duración limitada. Sin embargo, el trabajo de los investigadores de ISGlobal, con datos recogidos en las 93 principales ciudades europeas, demuestra que las islas de calor, con sus temperaturas estivales muy elevadas, causan daños muy semejantes a la salud de los vecinos de las grandes urbes, porque aunque no elevan el termómetro hasta registros tan extremos como las olas causan sofocos permanentes. Se sufren todo el verano.
El informe culpa a las islas de calor de las nueve principales metrópolis españolas de 1.384 muertes de media entre junio y agosto, lo que supone uno de cada cinco fallecidos achacables a este fenómeno en las 93 urbes europeas analizadas (6.700). La mayor letalidad detectada en los núcleos urbanos españoles, factor que comparten con todo el sur del continente, está vinculado, entre otros elementos, a las también mayores temperaturas medias estivales que soportan.
Seis de las nueve capitales españolas analizadas pueden explicar a través del exceso de temperatura de las islas de calor, en las que ni siquiera refresca por las noches, más de uno de cada diez fallecidos del verano. Este fenómeno tiene en estos lugares entre dos y tres veces más peso sobre la mortalidad estival que en el resto de Europa. Destaca la proporción de muertes estivales achacable a este factor en Barcelona (14,8%), Málaga (12,4%), Madrid (12,3%) y Palma de Mallorca (12%); seguidas de Sevilla (10,5%), Valencia (10%) y Murcia (6,4%); y con Alicante (1,3%) y Bilbao (2,2%) como únicas grandes urbes españolas con menos proporción de fallecidos que el 4,3% de la media continental.
El informe indica que las islas de calor afectan en España por lo general a más del 75% de los vecinos de las principales ciudades –en Málaga y Bilbao a la práctica totalidad- y que elevan la temperatura de estas zonas entre un grado y grado y medio con respecto a la periferia urbana, con máximas de hasta tres grados en puntos de Málaga.
Los cálculos de los expertos son que esta proliferación de zonas verdes en los núcleos urbanos salvaría unas 673 vidas cada verano en las principales capitales españolas. Las urbes más beneficiadas serían Palma y Murcia, donde el descenso de los fallecimientos sería del 90% y el 85%, respectivamente, y Barcelona, con un 59% de ahorro de vidas. Este alto porcentaje de árboles reduciría la temperatura de las islas de calor en al menos medio grado, con zonas de más de un grado de reducción en Madrid, Palma o Murcia.
El problema es que lograr un 30% de superficie arbolada en los barrios de la ciudad está bastante lejos de la realidad española. Solo dos de las ciudades españolas estudiadas superan el 10% de terreno urbano arbolado -Málaga, 15,75%, y Murcia, 10,3%-. En cualquier caso, esa cantidad no es ni la tercera parte de la necesidad mínima para combatir el calor sofocante.
Es la razón por la que los investigadores reclaman a los responsables políticos la urgencia de que multipliquen las zonas verdes urbanas ante la cada vez mayor amenaza de un creciente calentamiento global. «Las predicciones basadas en las emisiones actuales revelan que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor se convertirán en una carga mayor para nuestros servicios de salud en las próximas décadas», asegura Tamara Iungman, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
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José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
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