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J.M.L.
Ciudad Real
Lunes, 25 de octubre 2021, 16:08
La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) no conoce del todo el contenido de «El Quijote» o simplemente no le gusta. Este organismo, adscrito al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, podría haber consultado al Ministerio de Cultura antes de denegar el registro ... de la marca de vino «Hideputa» que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) había solicitado para un vino que esta institución regala a quienes invita a sus «Almuerzos de Don Quijote».
La OEMP considera que esa expresión es «vulgar» para etiquetar un vino, en este caso el cabernet envejecido 12 meses en barrica de esta sociedad cervantina que el Nobel de Física en 2019, el suizo Michel Mayor, pudo probar a principios de este mes invitado por esta institución cultural.
La razón es que lo consideran « vulgar». Sin embargo, Hideputa es un término aparece en el Quijote. Los cervantistas han explicado en una nota de prensa que con este vino, un cabernet envejecido 12 meses en barrica, agasajan a los invitados que regularmente reciben en sus 'Almuerzos de don Quijote'; de hecho, la primera personalidad en probarlo ha sido el Nobel de Física de 2019, el suizo Michel Gustave Mayor, quien les visitó el pasado 6 de octubre.
Según explicó este lunes la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan a través de un comunicado, la marca «Hideputa», lejos de resultar injuriosa o vulgar, está inspirada en un fragmento del capítulo 13 de la segunda parte de la novela de Cervantes. En concreto, cuando Sancho Panza mantiene una conversación con el escudero del Caballero del Bosque mientras degustan un vino. «Oh, hideputa, bellaco, y cómo es católico», exclama de repente Sancho alabando al vino ante el asombro del otro escudero. «Confieso que conozco que no es deshonra llamar «hijo de puta» a nadie cuando cae debajo del entendimiento de alabarle», aclara después Sancho recordando que sus antepasados eran grandes mojones o catadores de vinos.
A pesar de esta inspiración quijotesca, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan –en esta localidad de Ciudad Real aseguran que Miguel de Cervantes nació aquí e incluso exhiben una partida de nacimiento- ha recibido un «no» por respuesta a su petición de marca porque la OEPM afirma que esa denominación «es contraria a la ley, al orden público o a las buenas costumbres, toda vez que el distintivo incorpora en su conjunto una calificación denigratoria, que cabe considerar de atentatoria a las buenas costumbres, incluso si está extendida en el lenguaje vulgar». Respuesta de la OEPM que los cervantinos de Alcázar consideran más propia de la Inquisición «porque un estamento oficial español censura y tacha de vulgar al mejor escritor que en todos los tiempos ha tenido nuestra lengua».
Así las cosas y si la OEPM no rectifica, será imposible degustar un «Hideputa» manchego.
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