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JAVIER MARTÍNEZ y JUAN ANTONIO MARRAHÍ
Valencia
Lunes, 2 de diciembre 2019, 09:16
Los especialistas de la Guardia Civil que investigan la preocupante desaparición de la joven valenciana Marta Calvo han encontrado varias prendas con manchas que podrían corresponder a restos de sangre. Estos hallazgos relevantes se lograron durante los registros realizados la semana pasada en las ... dos casas que utilizaba Jorge Ignacio P. J., el narcotraficante huido tras la desaparición de la joven de 25 años y principal sospechoso en la investigación criminal.
La ropa ha sido ya remitida al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil para que los especialistas del Departamento de Biología determinen si son restos de sangre y si estos vestigios biológicos pertenecen a la joven desaparecida o al delincuente huido.
Las inspecciones en las viviendas de Manuel y l'Olleria fueron realizadas por agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil, junto a los efectivos del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Valencia.
Según la propietaria de la segunda casa registrada, Jorge utilizaba un ordenador cuando se hacía pasar por universitario durante el tiempo que estuvo en la vivienda como inquilino. Tal y como avanzó ayer Las Provincias, el aparato ya ha sido intervenido por la Guardia Civil para su análisis en el laboratorio del Servicio de Criminalística.
Los agentes están buscando senderos dentro de la investigación a través de la actividad digital que llevaron a cabo tanto Marta como Jorge antes de perderse su rastro. La primera, el 7 de noviembre, cuando envió su localización a su madre tras citarse con el sospechoso en Manuel. El hombre recibió dos días después la visita de la progenitora, porque estaba preocupada al no responder Marta a sus llamadas. Uno de los pasos seguidos por los agentes de la UCO (Unidad Central Operativa) ha sido acceder a la cuenta de What's App del teléfono de Marta para intentar reconstruir con la máxima precisión posible sus últimas horas antes de que su paradero se convirtiera en un misterio.
Más información sobre la desaparición de Marta
Poco a poco van trascendiendo más detalles que demuestran la curtida experiencia de Jorge en el universo delictivo y, concretamente, en el mundo de las drogas. Según fuentes próximas a la investigación, el hombre tuvo una requisitoria (búsqueda policial) en Badajoz en 2004 por un asunto relacionado con estupefacientes.
Pero hay más. El pasado mes de junio fue detenido en Paterna por resistencia a un agente de la autoridad. Al parecer, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico salió en su persecución después de detectar que estaba realizando una conducción temeraria con riesgo para viandantes. El huidizo Jorge abandonó el vehículo con el que circulaba, pero fue finalmente interceptado por la Benemérita y acusado de delitos de resistencia, desobediencia y conducción temeraria.
«Extremadamente educado, tanto que llamaba la atención». A los vecinos de Manuel que trataron con Jorge antes de su huida les sorprendió bastante su carácter «muy respetuoso» y su «exquisita manera de vestir y comportarse», un punto acentuado «por sus gafas y barba de pocos días bien cuidada». Y bajo esta apariencia, un pasado delictivo relacionado con el mundo del narcotráfico.
Hace pocos meses el sospechoso dejó su coche mal frenado en una empinada calle de Manuel próxima a la casa ahora investigada por la Guardia Civil como posible escenario de un crimen. Una vecina que prefiere mantener su anonimato «por miedo» recuerda perfectamente sus palabras tras llamarle la atención porque el coche se había desplazado hasta impactar con el suyo: «Lo siento muchísimo, señora. Esto no volverá a suceder».
Muy discreto y cordial, dispuesto a saludar a todos, pero «de los de 'hola' y 'adiós', sin ninguna vida social en el pueblo», recuerdan los residentes. «Sólo sabemos que entraba y salía de la casa, que a alguna vez llevó a su madre y que se le veía con coches buenos, pero no sabemos ni de qué trabajaba», menciona un hombre a pocos metros de la casa alquilada por el sospechoso de la desaparición de Marta.
Según fuentes próximas a la investigación, se trata de una persona que se cuida mucho, habitual a actividades deportivas y a la comida sana. Hace dos años, el sospechosos corrió la maratón de Valencia con un tiempo de 4 horas y 49 minutos. Además, lo califican como ordenado y calculador «al máximo». Es elegante a la hora de vestir y llevaba un elevado tren de vida. Los vecinos de Manuel aseguran haberle visto con dos coches diferentes «y ambos de gama alta».
Las batidas y rastreos en los que participan casi un centenar de agentes de la Guardia Civil continuaron ayer centrados en Manuel y sin la localización de Marta. De nuevo buzos y especialistas en montaña de la Benemérita peinaron campos, caminos y el río Albaida en busca de la joven valenciana.
La previsión es que estos trabajos continúen esta semana. Según la alcaldesa del municipio, Pura Atienza, «nuestros vecinos y otras asociaciones externas han mostrado interés de participar, pero de momento la Guardia Civil no ha requerido más apoyos».
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