Los responsables educativos acuerdan que la repetición sea algo «muy excepcional»

La razón de esta mayor flexibilidad en la evaluación general es el compromiso de que «ningún estudiante va a perder el curso por motivos achacables a la crisis del coronavirus», especialmente los que tienen grandes dificultades para seguir la docencia telematica, indicó en rueda de prensa Isabel Celaá.

No hay aprobado general, aseguran los responsables del ministerio, porque todos los alumnos serán evaluados, calificados y tendrán una nota, incluso por este último tercer trimestre que estudiarán casi seguro desde casa y de modo telemático, pero al mismo tiempo dejaron claro que la repetición de curso será algo «muy excepcional» y reservado solo a casos casi perdidos.

De hecho, para que un estudiante no universitario tenga que repetir este curso tendrá que responder a una decisión colegiada y «perfectamente argumentada», tomada por todo el equipo docente y que después tendrá que ser corroborada por responsables educativos de esa autonomía.

Algo muy similar ocurrirá con los alumnos de cuarto que se juegan el título de ESO o los de segundo de Bachillerato que si supenden alguno materia no se titularían y no podrían presentarse a la EBAU para acceder a la universidad. En esos casos, será el claustro de profesores quien valore si el alumno ha superado los objetivos generales del curso y, por lo tanto, pueda titularse aunque tenga una asignatura floja y con posibilidad a priori de poder suspenderla.

La valoración que contará para aprobar cada asignatura y el curso será la final y se tratará de una evaluación «continua, global e integral». Los profesores tendrán en cuenta todo el trabajo realizado por el alumno durante todo el curso, pero sobre todo el de los dos primeros trimestres, en los que dieron clases presenciales. El tercer trimestre solo se tendrá en cuenta para la calificación final si permite subir la nota o si con el trabajo realizado se recuperan posibles suspensos en las evaluaciones parciales anteriores. En este tercer trimestre que, salvo que el Ministerio de Sanidad levante el confinamiento y permita la reanudación de las clases será del todo telemático, la docencia se centrará en «la recuperación, el refuerzo y el repaso» y en los aprendizajes de las materias y competencias imprescindibles. Los temas que no se puedan dar ahora se recuperarán a lo largo del próximo curso.

La evaluación final irá acompañado de un informe que indicará las fortalezas y las carencias de cada uno de los alumnos, lo que permitirá diseñar los planes de refuerzo que se quieren generalizar en todos los ciclos educativos durante el curso 2020-2021. Los responsables educativos también han pactado que se abran colegios en julio para dar cursos de refuerzo voluntario y actividades lúdicas y deportivas a alumnos desfavorecidos.

El curso académico, no obstante, no se ampliará y acabará en junio. Todavía no hay fecha alguna fijada para la posible reanudación de las clases y dependerá de la salida del confinamiento que permita Sanidad. Celaá repitió que aspira a que los alumnos puedan volver a clase al menos 15 días en junio, pero admitió que no hay seguridad alguna.