Educación publica la orden que convierte la repetición de curso en algo excepcional

El documento oficial indica que son «medidas excepcionales y de carácter temporal» para poder desarrollar el tercer trimestre y finalizar el curso desde Infantil a Bachillerato sin que la epidemia de coronavirus -que obligó a suspender las clases presenciales el pasado 12 de marzo y aún no permite saber si será posible volver a las aulas- dañe a los alumnos, especialmente a los más vulnerables y a los que no están pudiendo seguir con total aprovechamiento las clases telemáticas.

Las normas contenidas en la orden, que establece que el curso finalizará «de momento» de forma telemática y en la fecha prevista, en la segunda mitad de junio, serán de obligado cumplimiento por los centros educativos de las doce autonomías que se adhirieron a la propuesta que el ministerio presentó el 15 de abril, en la Conferencia Sectorial de Educación. Las cinco autonomías que no han firmado el documento -Madrid, Murcia, Castilla y León, Andalucía y Euskadi- solo quedarán vinculadas por su mandato si en el futuro deciden adherirse.

Las directrices que afectan a más de ocho millones de alumnos de todo el país indican que la evaluación será continua, global e integrada, en la que más que más la superación de las distintas materias y currículos programados se atenderá a la consecución por el alumno de los «objetivos educativos esenciales» del curso o la etapa, y que estará basada en el trabajo de los estudiantes en los dos primeros trimestres presenciales. La evaluación del tercer trimestre «en ningún caso podrá perjudicar al alumno» y solo se tendrá en cuenta para mejorar la nota o recuperar evaluaciones anteriores suspensas y para determinar qué materias y competencias debe reforzar en el curso siguiente.

El documento señala que la promoción de curso es «la norma general» y que la repetición será «una medida muy excepcional, que deberá estar sólidamente argumentada y acompañada de un plan preciso de recuperación». Las consejerías de Educación, aclara, «podrán flexibilizar, de manera excepcional durante el curso 2019-2020, los criterios de promoción en todos los cursos» de Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y FP, «sin tener en cuenta limitaciones que afecten al número de materias pendientes». Explica que la repetición, en todo caso, «se adoptará de manera colegiada por el equipo docente en función de la evolución académica del estudiante durante el periodo previo a la suspensión de la actividad lectiva presencial».

La orden prevé que «quienes promocionen sin haber superado todas las materias seguirán los programas de refuerzo, individuales o grupales, que establezca cada equipo docente en el marco que establezcan las administraciones educativas» y que quedará reflejado en un informe individualizado en la evaluación final.

El escrito publicado por el BOE señala condiciones extraordinarias y muy similares para lograr la titulación en cuarto de la ESO, en segundo de Bachillerato o en FP. Indica que «las administraciones educativas podrán flexibilizar los criterios de obtención del título, basándose en la adquisición de los objetivos generales establecidos para la etapa y el desarrollo de las competencias». Aclara que «no serán tenidas en cuenta limitaciones para obtener la titulación que afecten al número de áreas pendientes» y especifica que «las decisiones sobre titulación se adoptarán en todo caso de manera colegiada por el equipo docente».

La orden, para poder sortear de forma excepcional las disposiciones sobre titulación que establece la Lomce, y que están totalmente vigentes, como son que no es posible graduarse en ESO con más de dos suspensos y que en Bachillerato no puede haber materias pendientes para lograr el título, autoriza al equipo docente de cada centro a saltarse la obligación general de evaluar por asignaturas y permite un análisis de conocimientos de conjunto. «Las administraciones educativas -indica- podrán autorizar una evaluación del alumnado de Bachillerato con carácter integrado y no diferenciado por materias, manteniendo como referentes el grado de adquisición de las competencias y el logro de los objetivos de la etapa».

El documento, como también se acordó en la Conferencia Sectorial, señala que una vez finalizado el curso, durante el verano, las consejerías de Educación podrán «organizar o apoyar la realización de actividades de refuerzo voluntarias combinadas con actividades lúdicas, contando con el concurso del voluntariado y en contacto con los centros educativos y sus docentes». Se trataría de actividades de refuerzo especialmente destinadas a los alumnos más desfavorecidos, que son los más perjudicados por la suspensión de las clases presenciales.

De igual manera, la orden prevé que, de cara al próximo curso, el ministerio, las consejerías, los centros y el profesorado organizarán planes de recuperación y adaptación del currículo y de las actividades educativas, «que permitan avanzar a todo el alumnado y especialmente de los más rezagados». Se tratará de acciones destinadas a recuperar las materias importantes no impartidas en el tercer trimestre telemático y a que los alumnos con asignaturas suspensas adquieran los conocimientos que les faltan.