1.413 tarjetas con Internet y 660 tablets han cubierto en León las dificultades de acceso a la educación online

Que muchos hogares no cuentan con todo lo necesario para cumplir con esta premisa, no es una nueva realidad que se haya descubierto con esta situación, pero que si no se subsanaban los problemas estos alumnos no disfrutarían de su derecho a la educación, sí lo ha convertido en algo necesario de afrontar ahora.

Para ello, la Junta de Castilla y León a través de la dirección provincial de Eduación ha repartido 1413 tarjetas con Internet y 660 tablets para cubrir ciertas necesidades de la enseñanza online en los centros educativos públicos de León. Estas carencias no solo tienen que ver con la ausencia directa de internet en el hogar o de dispositivos, sino también en muchos casos con la cantidad de ordenadores y de hermanos de la unidad, ya que por lo general no se dispone de un aparato para cada niño de la casa.

Buen ejemplo de este esfuerzo realizado y culminado con éxito es el CEIP Antonio González de Lama de la capital leonesa. «Podría afirmar que todos los niños de León tienen acceso a Internet», concluye con cierta cautela Encarna Aparicio, directora del centro, quien explica cómo el trabajo comenzó desde que se suspendieron las clases presenciales. «Ya de manera habitual, cada profesor tenemos un contacto con las familias a partir de diferentes plataformas. Durante los primeros 15 días del estado de alarma nos reunimos los tutores con los especialistas del centro para identificar aquellas familias que veíamos que no tenían dispositivos o acceso a Internet».

La primera alerta sobre posibles dificultades de los alumnos para conectar con la plataforma digital de la educación telemática llegaba cuando ni si quiera el alumno se conectaba. «Eso ya nos daba una señal evidente de que pudiera ser que no tuviera medios para estar en línea».

Una vez identificados esos estudiantes de primaria que no disponían de los recursos adecuados para la enseñanza desde casa, en el González de Lama se repartieron un total de 30 dispositivos para que todos tuvieran acceso a las diferentes actividades que se han programado y se programan hasta final de curso el 21 de junio del presente mes.

Una red que ha servido para realizar diferentes clases y actividades en primaria para no perder el contacto con la clase y también mantener la actividad en confinamiento como talleres relacionados con la lectura. «En infantil hemos trabajado de distinta manera. Los tutores llamaron a las familias y hablaron con ellos para pedirles el correo y a través de ahí mandar las diferentes tareas», explica Encarna Aparicio.

Este tipo de educación no ha pillado desprevenido al centro que «desde tercero de primera todos tienen trabajan ya con miniportatil o tablet en el aula». Una situación excepcional que ha servido para comprobar y desarrollar más la competencia digital de los alumnos y corroborar que esta modalidad «les ha gustado porque hacemos mucha colaboración. Me han sorprendido sus trabajos muy creativos con las nuevas tecnologías. Una actividad muy bonita es unos cuentos que hemos enviado a las residencias de la tercera edad».

Todavía queda por definir cómo se adaptará la educación pública al próximo curso, pero de momento el equipo directivo del González de Lama volverá en los próximos días al centro para realizar tareas administrativas y no perder el pulso a la educación.