«La concertada debe homologarse a la pública, los abusos del sistema hay que corregirlos»

-¿Por qué hacer una nueva ley educativa? ¿No bastaba con derogar los aspectos más controvertidos de la Lomce?

-No. La Lomce fue una ley retrógrada y desfasada ya en 2013. La sociedad ha evolucionado muchísimo. Ha habido cambios que hemos dado en llamar disruptivos, incluso antes de la pandemia. Cuando se produce un desfase entre lo que la sociedad demanda y lo que la escuela aporta a la capacitación de nuestros jóvenes hay que actuar. Las leyes son para la sociedad, no la sociedad para las leyes. Necesitamos una nueva ley porque la educación no puede esperar.

-La norma se ha aprobado por la mínima, con gran contestación en la calle y condenada a ser derogada por el PP si vuelve a la Moncloa. ¿Entona el 'mea culpa' por no haber sabido concitar un consenso mayor?

-No. Por una razón. La ley ha salido respaldada por mayoría absoluta, por siete fuerzas políticas diferentes. La Lomce fue respaldada por un solo partido (el PP) y además en situación de mayoría absoluta. Si observamos a lo largo de la historia qué apadrinamiento han tenido las leyes de educación, vemos que todas aquellas de cuño socialista han salido respaldadas por todas las fuerzas políticas excepto por una, el PP. Las del PP solo han sido respaldadas por el PP.

-¿El pacto de Estado por la educación es un imposible?

-Es que es imposible acordar entre aquellos que pensamos que es necesario lograr el bienestar de todos y aquellos que solo cuidan el bienestar de los suyos o de algunos. Es casi imposible. Hay mucho más terreno de acuerdo en nuestra legislación educativa cuando hablamos de educación que de desacuerdos. Sin embargo, si como barrera siempre se establecen los mismos temas, la Religión, la concertada, la lengua, en este caso ha surgido otro, que es la educación especial... entonces es imposible centrar nuestra reflexión y nuestro contraste de ideas en temas educativos. ¿Alguien ha hablado de pedagogía, de la desaparición de los itinerarios excluyentes en la ESO, que es el nudo gordiano para que nuestros alumnos salgan con el suficiente bagaje cultural, en términos de conocimiento y de emociones de la escuela?

-¿Es imposible por tanto pactar con el PP?

-Hasta la fecha, en toda nuestra historia democrática, no se ha logrado. El PP no ha apoyado ninguna ley que no sea la suya. Esto significa que algunos parecemos tener mucha más capacidad para los acuerdos, para el diálogo y el consenso que otros.

-¿Si la Religión quedase como está en la Lomce sería más fácil consensuar una ley educativa?

-Es que no estamos de acuerdo con la posición de la Religión en la Lomce. Ni nosotros ni el resto de fuerzas políticas que nos han respaldado en el Congreso. La Religión en la Lomce, y esto lo tenemos medido y también verificado, lo que ha hecho es elevar la nota. Por eso, alumnos que no cursaban la materia de Religión en Primaria o en ESO sí la cursaban en Bachillerato, con lo que la competencia necesaria que ha de haber entre alumnos para poder entrar en una carrera o solicitar una beca contenía disfunciones.

-Las comunidades del PP han advertido de que tratarán de desactivar vía decreto las partes de la legislación que no les gustan.

-Haber afirmado, como afirmó el líder del PP, que no van a cumplir una ley orgánica respaldada por mayoría absoluta del Congreso, un poder del Estado, es una especie de llamada a la desobediencia. Y esto no es aceptable en un Estado de derecho. ¿Que quieren llevarla a los tribunales como también han dicho? Están en su derecho de hacerlo.

-Siempre alude a la búsqueda de la excelencia. Sin embargo, su ley facilita la titulación y convierte la repetición en excepcional. ¿No es contradictorio?

-Es justamente complementario. El sistema educativo español abusa de la repetición. Esto es algo que sostienen hasta los países de nuestro entorno. Estamos hablando de educación básica, de 6 a 16 años. Para cuando nuestros alumnos terminan la Primaria ya han repetido un 14%. Si hablamos de Secundaria, un 30% lo ha hecho cuando llega a cuarto de la ESO. Si hacemos una comparativa con la OCDE, nuestro índice de repetición es de un 28% o 29% frente a un 11%. Y nuestro sistema no tiene alumnos ni más lentos ni más perezosos ni menos inteligentes que el resto de los países. Hay que impulsar y cultivar la evaluación colegiada, que es otro elemento para la excelencia. Donde hay que trabajar es en las carencias identificadas en cada uno de los alumnos. Por eso junto a la excelencia y la equidad, que forman un binomio inseparable, hay que utilizar como metodología la personalización de la enseñanza. Y la digitalización nos va a ayudar mucho porque nos aporta otros espacios y más tiempo.

-El problema es que los proyectos personalizados precisamente se aplican cuando el alumno repite, no antes.

-Opiniones son legítimas todas, pero eso yo creo que es un error. Hay evidencia y conocimiento científico al respecto. La OCDE ha publicado que entre dos alumnos con el mismo perfil aportándoles distinto tratamiento, a uno le permiten promocionar y a otro le dejan repitiendo, al cabo de un año el que ha promocionado tiene más conocimientos y mucho más desarrollo emocional. La ley lo que dice es que la repetición es un procedimiento. No lo vamos a tirar a la basura, pero no es el único ni es el mejor. ¿Cuándo ha de aplicarse? Ha de aplicarse en aquellos casos excepcionales en los que, tras un tratamiento personalizado del alumno, el profesional observe que el estudiante no sería capaz de asumir las dos tareas: la de enfrentarse a un nuevo curso y la de resolver sus carencias.

-¿El próximo curso estarán ya en vigor el máximo de dos repeticiones hasta el final de la ESO y la posibilidad excepcional de obtener el título de Bachiller con un suspenso?

-Sí, claro.

-El abandono escolar en España es siete puntos superior a la media europea. ¿Cuánto se puede reducir con esta ley?

-Los programas de refuerzo a los alumnos de manera individualizada son un aspecto capital. Pero también la reducción de las repeticiones es absolutamente necesaria. Y hay que establecer con claridad cuáles son los aprendizajes esenciales. Hay que cambiar el currículum porque el que tenemos es absolutamente caduco, enciclopédico, está muy desfasado. El sistema educativo español ya no sirve para la sociedad, una sociedad global en la que el conocimiento se vincula con la prosperidad, absolutamente digitalizada, con una economía 4.0... Tenemos que hacer que la escuela, que es parte de la sociedad, no solo sea capaz de responder a este desafío sino que además sea catalizadora, innovadora, capaz de impulsar los cambios.

-La Lomloe podría estar en vigor antes de la primavera. ¿Las nuevas directrices para la admisión de alumnos y el fin de la 'demanda social' se aplicarán ya a la adjudicación de las plazas escolares el próximo año?

-Claro. Se nos dice que las nuevas normas pueden coartar la libertad. Es radicalmente falso. Todo lo contrario. Incrementan la libertad de las familias. La ley afirma la libertad de enseñanza y la libertad de elección de las familias. Y se garantiza porque el servicio público de la educación se presta a través de la red pública y de los centros concertados. Lo que decimos es que algo que está sustentado con fondos públicos no puede, de ninguna de las maneras, tolerar la desigualdad en la admisión y el tratamiento de los alumnos. Un centro privado puede hacerlo, pero los centros sostenidos con fondos públicos tienen que mantener unas mismas reglas para la admisión y tratamiento.

-¿Por qué asegura entonces la concertada que los cambios le van a quitar alumnos y aulas?

-Lamentablemente el debate de esta ley ha venido acompañado de muchas falsedades. La concertada está perfectamente integrada en la Lomloe. Salvo que pensemos que afirmar que las administraciones públicas tienen la obligación de incrementar plazas públicas en aquellos lugares en los que se necesitan sea entendido como una vulneración de la concertada, no hay ninguna razón para pensarlo. El aumentar el derecho de la mayoría no puede suponer un menoscabo del derecho de los menos, de aquellos que defienden su parcela. No sé por qué una parte de la escuela concertada ha tenido una reacción tan catastrofista, que no se corresponde para nada con el contenido de la ley.

-La concertada alega que su financiación es insuficiente y que necesita las cuotas que pagan las familias. ¿Van a poder cobrar cuotas estos centros?

-El servicio que prestan los centros concertados tiene que ser lo más homologable al que prestan los centros públicos, en condiciones, en tratamiento, y en ser receptivos y acogedores de todas aquellas necesidades que supongan un mayor esfuerzo al sistema. No queremos tener guetos en unos lugares mientras en otros está toda la diferencia económica. Los abusos del sistema hay que corregirlos.

-Algunos le acusan de legislar contra la concertada y le reprochan que lo haga cuando, aseguran, eligió justo esa red para educar a sus hijas.

-Mis hijas estudiaron en las dos redes: en la concertada y en la pública. Han ido a todo.

-¿Aguantará la ley el análisis del Constitucional en el punto que prohíbe concertar con los centros que separan por sexos?

-El Constitucional dictaminó en relación a este punto con la Lomce. La ley del PP establece con precisión que son susceptibles de concierto los centros que separan por sexo. Con otra ley, con la Lomloe, no voy a hacer futuribles desde la política.

-¿Por qué quitó el término vehicular del texto original de la Lomloe si como dice es inocuo? ¿Fue una concesión a ERC para salvar los Presupuestos? ¿Es uno de los precios que ha tenido que pagar para sacar la ley?

-No. El Consejo de Ministros aprobó un texto y luego en la tramitación parlamentaria se acordó un cambio, la disposición adicional 38, que refrendó la mayoría absoluta del Congreso. Yo diría que la Lomloe tiene la disposición más garantista de toda la legislación educativa en relación a las lenguas. ¿Puede haber algo con más garantías que la afirmación de que las administraciones educativas garantizarán que todo el alumnado reciba la enseñanza en castellano y en las lenguas cooficiales de conformidad a la Constitución y a los estatutos? Y que añade que todos al final de la enseñanza obligatoria serán capaces de tener dominio pleno y equivalente en ambas lenguas y que se establecerán medidas compensatorias para llegar a ese objetivo. Los debates lingüísticos en este país no son nuevos, y es una lástima, porque los debates lingüísticos son una materia poco recomendable para la controversia política, porque afectan al sentimiento de pertenencia de cada persona.

-¿Será posible entonces con la Lomloe estudiar en castellano y en el idioma cooficial?

-Tiene que serlo. Si tenemos que llegar al dominio pleno y equivalente, habrá que utilizar procedimientos que permitan alcanzar ese objetivo.

-¿Vivió el comunicado de la RAE como un tirón de orejas?

-Pues no.

-La ley busca una mayor integración de los alumnos con discapacidades en centros ordinarios, pero hacerlo con garantías costará muchísimo dinero. ¿De cuánto estamos hablando?

-Por eso la ley mandata al Gobierno a hacerlo en el plazo de 10 años. Pero quiero aclarar que todo el mundo va a obtener satisfacción a su derecho a ser educado. Nos proporcionan gran tristeza y mucha preocupación algunos infundios. Que se afirme con ligereza que los centros de educación especial van a ser cerrados. No es así. La ley no dice eso. Dice que, efectivamente, la administración pública tiene que proveer de los recursos necesarios a los centros ordinarios para tratar a aquellas personas con discapacidad. Los centros de educación especial, además de ser puntos de referencia para el resto, van a seguir teniendo alumnos.

-¿Las normas que se compromete a elaborar en el plazo de un año contemplarán un MIR educativo para los futuros profesores antes de qsue empiecen a ejercer?

-Nuestro proyecto de carrera profesional incluye medidas para la formación inicial, que consensuaremos con los decanos de Educación, también un período de inducción a la profesión, y además medidas de incentivo y evaluación de la docencia.