Disney planea zambullirnos en la magia virtual
¿Bailar juntos? ·
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¿Bailar juntos? ·
La empresa de Mickey Mouse flirtea con Apple para dar vida a sus producciones a través de sus aparatosDe Los Angeles a Nueva York, una de las conversaciones favoritas en estos días veraniegos de huelga de actores y partidos de Messi se centra en especular sobre el futuro de Disney. En la calle, los malos resultados contables y las batallas legales con el ... gobernador de Florida Ron DeSantis, que utiliza la empresa centenaria como un atrezo de campaña para anotarse tantos políticos contra la cultura woke, se juntan con las noticias superficiales sobre el fin de los derechos de transmisión de la NBC en 2025 o la pérdida de la paternidad sobre Mickey Mouse, que el año que viene pasará a ser de dominio público. Todo eso da la imagen de un imperio en decadencia, pero entre las élites que comprarán Apple Vision Pro, a más de 4.000 euros, la visión de futuro es mucho más sofisticada y en tres dimensiones.
Algunos lo vieron claro en junio pasado, cuando el consejero delegado de Disney, Bob Iger, apareció al final de la Conferencia Anual de Programadores de Apple en la que su consejero delegado Tim Cook presentaba su última innovación, las gafas de realidad virtual con las que espera cambiar al planeta. El mundo, esta vez, se rio de él, por el disparatado precio de Vision Pro, como hiciera hace 16 años con el iPhone que ahora llevan en el bolsillo 1.500 millones de personas. Pero la cuestión no es cuántos ha vendido, sino cómo cambió la cultura del consumidor. Nadie menor de 70 años ve ya un móvil solo como un teléfono. ¿Ocurrirá lo mismo con las gafas virtuales de alta resolución que permitirán a los usuarios ver partidos de fútbol en tres dimensiones a tiempo real? Las de Apple no salen a la venta en EE UU hasta el año que viene y Disney ha prometido estar en ellas «desde el primer día», dijo Iger en su cameo.
A los expertos les pareció un romance perfecto. Tanto que algunos han querido casarlos. ¿Cómo si no podrían trasladarse los espectadores a los estadios o parques de atracciones? Disney tiene los derechos de la NBA a través de su canal de deportes ESPN, que también emite en exclusiva para sus 25 millones de usuarios partidos de fútbol, rugby, cricket, hockey, lacrosse, golf, tenis y boxeo. Con esa unión Mickey Mouse podría revolotear por el salón de su casa mientras uno corre detrás de LeBron James para encestar la pelota o vuela al espacio en la Guerra de las Galaxias.
Durante sus 15 años como consejero delegado, la empresa que fundase Walt Disney adquirió la 20th Century Fox, Pixar, Marvel y LucasFilm. El consejo de dirección lo sacó de su jubilación para que enderezara los descalabros de su sucesor, Bob Chapeck, destituido en noviembre, y la posicionase en el futuro. Y el futuro para Disney se llama «metaverse», un espacio virtual donde los usuarios podrán vivir todo tipo de experiencias a través de los visores sin dejar su casa ni hacer colas.
¿Suena a distopia? ¿Quién preferirá pasearse virtualmente por el cañón del Colorado a ver los colores del cielo y el desierto con sus propios ojos? Los mismos que han acabado comprando por internet, en lugar de tocar las telas con sus propias manos, o hacen yoga por zoom. No más colas en los aeropuertos, vuelos cancelados, berrinches en los controles de seguridad, entradas a precio de oro o vueltas en el coche para aparcar. Apple ni siquiera llama a sus visores gafas virtuales, sino «computadoras espaciales» que revolucionarán por completo la forma en la que interactuamos, en público y en privado. Cualquier cubículo se convertirá en una sala de cine de 30 metros en tres dimensiones en la que uno podrá caminar por el bosque o vivir un concierto de los Rolling Stone de los años 60.
800 millones
de dólares de pérdidas ha acumulado la compañía en lo que va de año.
Por eso cuando el consejero delegado de Disney, una compañía pública, sorprendió a los mercados al quitar hierro a los 800 millones de dólares en pérdidas que ha sufrido este año, con el argumento de que las televisiones lineales pueden no tener un papel fundamental en sus planes, algunos entendieron que el ejecutivo de 72 años ya había saltado al más allá. Las cadenas ABC y FX pueden ser cosa del pasado. Iger tiene la vista puesta en lo que llama Internet 3.0 y, paradójicamente, Disney ha despedido a toda su división de metaverse. ¿Quizás por no duplicar esfuerzos con Apple?
Nadie espera que la compañía de Tim Cook compre Disney. Ni Apple tiene esa tradición adquisitiva, ni el gobierno de Estados Unidos permitiría la fusión de dos gigantes que podrían monopolizar el mercado. ¿Por qué no bailar juntos? Los expertos creen que tendría más sentido para Apple comprar ESPN, una subsidiaria más asequible para la que Disney tiene muchos novios. Hasta la fecha la operación de más envergadura en la que se ha metido Apple fue la adquisición de Beats en 2014 por tres mil millones de dólares, mientras que una adquisición total de ESPN podría costar 50.000, según dijo el analista Daniel Ives, de Wedbush Securities, a Deadline. La alternativa sería una sociedad estratégica con una participación minoritaria. Al fin y al cabo, si Steve Jobs estuviera vivo «ya habríamos combinado nuestras empresas o al menos discutido la posibilidad muy seriamente», escribió el ejecutivo de Disney en sus memorias de 2019.
En la cartera estratégica de Disney destacan los estudios en los que regatea cada céntimo a guionistas y actores, las plataformas de streaming y las experiencias de parques temáticos, hoteles y cruceros. Para cumplir con la promesa que hizo a los accionistas de hacer rentable la división de streaming a final del año que viene ha subido tres dólares la subscrición a Disney+, que compite con Netflix, y planea hacer lo mismo con Hulu y ESPN+, además de luchar contra el fraude de compartir claves.
Por otro lado, su nueva división de Inteligencia Artificial tiene el encargo de estudiar cómo abaratar los costes de las producciones de cine y televisión, así como mejorar la experiencia de los visitantes a los parques de atracciones y crear nuevas interacciones. El caso es posicionarse para el futuro, aunque las pérdidas actuales desagraden a los accionistas.
El panorama respecto a Mickey Mouse no pinta tan mal como se decía, porque la única versión del emblemático ratón de Disney que pasará al dominio público a finales de 2024, cuando expiren sus derechos de copyright, es una muy rudimentaria que aparece en un corto de ocho minutos de 1928, 'Steamboat Willie', que la compañía ya colgó gratuitamente en YouTube. La de las tiernas pupilas y nariz respingona puede vivir cien años más, y hasta convivir pronto en nuestra sala de estar.
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