Seychelles, el paraíso abierto
Unos cuantos islotes, perdidos en el Índico, se han convertido en santuario de miles de animales y el último refugio de especies vegetales próximas a la extinción. Son también el Paraíso encontrado de unos pocos afortunados humanos. Flora y fauna convierten las Seychelles en un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza, en un lugar perfecto para el descanso. Porque, a decir verdad, hay poco más en ellas. Sobre sus 1,3 millones de kilómetros cuadrados (casi tres veces la superficie de España) de plataforma marítima, apenas 455 son tierra firme (menos que Ibiza) y la mitad es zona protegida, repartida entre 115 islas, muchas de ellas deshabitadas y en las que la vegetación cubre casi todo. Algunas casas aisladas, pequeños grupos de viviendas, como Victoria, probablemente la capital más pequeña del mundo, y los hoteles constituyen los único reductos humanos.
OPEN COMUNICACIÓN/JETCOST
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