Detenido por abandonar a su hijo de 15 años con una gran discapacidad

La investigación policial se inició el pasado 23 de marzo, cuando el Servicio de Protección de Menores informó al Área de Protección al Menor (Aprome) de la Policía Autonómica de que el adolescente podía estar viviendo en unas condiciones que supondrían «un riesgo grave para su integridad física y salud».

La voz de alarma la dieron los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga, encargados de hacerle un seguimiento al menor. Los técnicos detectaron que llevaba mucho tiempo sin ir al instituto y que estaba sólo a cargo de su padre, quien al parecer frecuentaba «poco» el domicilio familiar, según las fuentes consultadas.

Los agentes de la Aprome no hablan de detenciones ni de operaciones policiales, sino de «rescates». Con ese fin acudieron a la vivienda donde se encontraba el adolescente, que presentaba un aspecto «sucio y notablemente descuidado».

Mediante gestos, como pudo, el menor les dijo que tenía hambre -a los policías les dio la impresión de que llevaba días sin comer- y que olía mal. Los investigadores pidieron la colaboración de los servicios sociales para atender sus necesidades urgentes: alimentarlo y asearlo.

Tras ello, lo trasladaron a un centro de protección especializado en este tipo de discapacidades adscrito a la Asociación Malagueña de Padres de Paralíticos Cerebrales de Málaga (Amappace), donde finalmente ha quedado ingresado. «Desde que entró allí, la sonrisa no ha desaparecido de su boca», comenta uno de los investigadores.

La investigación policial continuó para esclarecer por qué se encontraba en esa situación de desprotección. Según ha informado la Junta, el progenitor, que cuenta con numerosos antecedentes policiales, tenía problemas con la bebida y otras adicciones.

«Se encontraba habitualmente ausente del domicilio familiar», detalla el Gobierno autonómico en un comunicado, «si bien -prosigue- cuando se hallaba en el mismo, se desentendía completamente del más mínimo cuidado hacia su hijo y las especiales necesidades de éste».

Tal fue la gravedad de la situación de desprotección y abandono generada que se procedió a la detención del padre por abandono. A la vez, se le notificó la resolución de desamparo y la pérdida de la tutela de su hijo, que ha recaído provisionalmente en la Junta a falta de un familiar directo que pudiera ocuparse correctamente de él.

La madre del menor falleció hace años y él quedó a cargo de una abuela. Cuando ésta también murió, hace algo menos de un lustro, el adolescente se quedó solo con el padre. Al parecer, hubo una época, al principio, en la que cuidó adecuadamente de él, matizan fuentes de la investigación, aunque en los últimos tiempos no habría sido así.