Las defensas ponen en tela de juicio la actuación de la Guardia Civil en el 'caso Ardines'

Pero «no nos interesa su vida sexual», han dicho las defensas. De hecho, aseguran que no le han hecho ni una sola pregunta al respecto. Su interés estaba centrado en otro aspecto. Querían saber si había sido informada de la aparición de su ADN antes de tomarla declaración. Y «sí la informaron, sin duda», ha asegurado Luis Mendiguren, abogado de Jesús Muguruza. No sólo eso, sino que «le dijeron que convenía que explicará ciertas cosas. Y de alguna forma se la dirigió un poquitin lo que tenía que decir en cuanto a esto».

Fernando de Bartell, abogado de Maamar Kelii, ha hecho hincapié en ese aspecto. «Estábamos convencidos de que la Guardia Civil no se había ajustado a la realidad», ha asegurado. Porque los agentes han negado durante el juicio que A. hubiera sido informada. «Tendrá que depurar se al finalizar el procedimiento y habrá que abrir unas diligencias previas para depurar estos hechos. Si bien miente la Guardia Civil, si bien miente la testigo».

Al parecer, A. habría sido informada antes de su segunda declaración. «Pero da igual, antes o después, tampoco estaría ajustado a derecho. Si aparece ADN lo razonable es citar a esa persona como investigada y, en base a sus derechos, informarla o no», ha explicado el abogado. Los letrados han dicho también que los agentes sólo consignaron dos preguntas de aquella declaración, mientras que la mujer ha asegurado que respondió al menos a ocho cuestiones.

Las defensas buscan, es evidente, posibles errores de forma en el juicio, que pudieran poner en peligro el propio proceso.

El testimonio de A. era sólo uno de los nueve previstos para hoy. Han testificado también varios policías locales del Ayuntamiento de Llanes, que han negado rotundamente que tuvieran ningún conflicto personal con Javier Ardines. Si bien es cierto que no estaban de acuerdo con la convocatoria de empleo público que podía dejarles sin empleo, han explicado que el tema se resolvió en los tribunales. Quien fuera letrado del Ayuntamiento hasta su reciente jubilación ha explicado aquellas situaciones y ha insistido en que quien llevaba el peso de las negociaciones laborales era el alcalde y no el concejal Ardines.

También ha habido oportunidad de escuchar al dueño del bar de la playa de Guadamía, quien tuviera otro conflicto con el Ayuntamiento a cuenta de la decisión de cerrar el paso a vehículos a la playa. Un testigo ha asegurado haber escuchado al hostelero decir «a ese hijo de puta lo voy a matar». Él luego lo ha negado. «Alomejor dije cosas. Soy de decir que quiero que alguien se muera sufriendo. Pero nunca dije que iba a matar a alguien». El propietario ha negado que matara a Ardines.

Durante la sesión de hoy, nuevamente, se ha vuelto a hablar de los muchos rumores que sobre el crimen y sus posibles causas corrieron por la zona. Un primo de la víctima ha explicado que Ardines le había confesado que le ponían «fama de mujeriego» por sus conflictos municipales.