Dos de cada tres ciudadanos creen que la COP25 no solucionó nada

El 67,4% de los ciudadanos, más de dos de cada tres, considera que los escasos acuerdos que se consiguieron serán poco o nada útiles para el avance de la lucha contra el cambio climático. Lo que sí tiene claro un 59% es que la organización apresurada, pero solidaria y eficaz de España fue positiva para su prestigio internacional. El 84,6% se enteró de la existencia del evento y el 48,5% lo siguió a diario, pero solo 14% ha cambiado sus opiniones sobre el calentamiento global con la información que le aportó.

La confianza de los españoles en la efectividad del trabajo de sus gobiernos y de las empresas más contaminantes para frenar el calentamiento global es bastante baja. Y no es porque no crean en la existencia de este proceso. El 83% cree que el cambio climático es una triste realidad y que es un desastre provocado por la acción del hombre.

De igual manera, 49,7% de los españoles considera que vivimos en una situación de emergencia climática, en la que no cabe más que tomar medidas urgentes y drásticas para frenarla. Pero cuando les preguntan en qué tipo de acciones confían para paliar el proceso están divididos sobre la bondad o inutilidad de los acuerdos internacionales por el clima, de los compromisos de los gobiernos o de las medidas que pueden tomar las empresas más contaminantes para cambiar su estatus. Solo confían en el cambio de hábitos individual (70%) -con la apuesta por el transporte limpio, el consumo de productos ecológicos, el compromiso con el reciclaje y el abandono de los plásticos, y el ahorro energético- y en los avances de la ciencia (80,3%).

Sin embargo, la mayoría del país mantiene un hilo de optimismo, porque el 85% cree que si se quiere todavía se puede reducir o detener el cambio climático, y está de acuerdo con asumir sacrificios y con la frase de que «hay que renunciar a algo en el presente para vivir mejor en el futuro».