J.M.L.
Toledo
Miércoles, 24 de marzo 2021, 13:01
Luis Buñuel la inmortalizó cuando rodó 'Tristana' en 1970. Fernando Rey y Catherine Denueuve salían de un edificio del casco histórico de Toledo junto a la fábrica de espadas 'Mariano Zamorano'. Era el nombre del fundador de esta pequeña empresa que se puso en marcha ... en la década de los 50 del siglo pasado, cuando empezaron a llegar masivamente los primeros turistas a Toledo buscando rincones históricos y patrimonio cultural. Mariano Zamorano captó a la primera esta oportunidad de negocio y montó una fábrica de espadas donde se elaboraban armas romanas, árabes y renacentistas como herencia de la fama espadera de Toledo por sus aceros templados en las aguas del río Tajo durante siglos.
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El negocio funcionó bien y fue imitado por otros hasta que llegó la pandemia. Los turistas dejaron de viajar a Toledo y las ventas cayeron en picado. Entonces se sucedieron los expedientes de regulación temporal de empleo, que también llegaron a 'Espadas Mariano Zamorano'. El fundador, que había heredado la fábrica de su padre, se jubiló a finales de 2020 y vendió el negocio a uno de los empleados, Santiago Encinas, ilusionado con continuar la tradición espadera.
Sin embargo, a la crisis derivada de la pandemia y a la ausencia de turistas se ha añadido un nuevo problema: el dueño del local -un edificio histórico que las monjas del aledaño convento de Santa Úrsula le vendieron- no ha llegado a un acuerdo con los nuevos propietarios de la espadería para renovar el contrato de alquiler y éstos deben marcharse.
«Ahora sólo venderemos a través de nuestra página web aunque en el futuro nos gustaría volver a abrir en una tienda física», explica Santiago Encinas. «Nos gustaría reabrir pero también necesitamos las ayudas de las instituciones públicas porque la espada forma parte de la historia de Toledo y nos hemos quedado fuera de las ayudas aprobadas por el Gobierno de España», reclama Encinas.
La agonía de 'Espadas Mariano Zamorano' es una muestra más de la muerte de la artesanía asentada desde hace casi un siglo en el casco antiguo de Toledo. De esta fábrica espadera han salido armas para series como 'Juego de Tronos' o 'El Cid', estrenada recientemente en Amazon, aunque el encargo reciente más llamativo ha sido otro: incrustar las cenizas de un fallecido incinerado en la empuñadura de una espada a modo de relicario familiar.
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