Una nueva colada del volcán palmero destroza más casas

El mayor temblor alcanzó 3,1 grados de magnitud y se localizó en el municipio de Fuencaliente, a 13 kilómetros de profundidad. La deformación del terreno en unos seis centímetros como consecuencia de la presión del magma que se apreció en días pasados desapareció completamente. Además, la sismicidad en capas intermedias y profundas prosigue arrojando indicadores bajos. Por su parte, el nivel del tremor (las vibraciones producto de la erupción) se halla en valores medios y bajos.

La boca eruptiva emplazada al oeste del cono principal entró de nuevo en actividad, según destacó Carmen López, del Instituto Geográfico Nacional (IGN). En los últimos días han hecho aparición centros de emisión en cotas inferiores a las de días anteriores.

Los vecinos afectados por la erupción del volcán de La Palma que tenían sus viviendas o fincas agrícolas en el norte de la zona de exclusión pudieron acceder este domingo a sus propiedades para recoger enseres y documentos. Los vecinos y regantes de la zona sur no pudieron hacerlo ni por vía marítima ni terrestre.

La cifra de personas a las que se ha dado cobijo en hoteles se eleva a 554, una más que el día anterior. De ellas, 408 se alojan en Fuencaliente, 71 en Los Llanos de Aridane y 75 en Breña Baja. Además, 43 damnificados por la destrucción de sus viviendas y con problemas de dependencia han sido acogidos en centros sociosanitarios.

De acuerdo con los últimos datos, la superficie ocupada por la lava se calcula en 1.155 hectáreas, nueve más que el día anterior. A su vez, el espacio de las fajanas representa ya 48 hectáreas. Al mismo tiempo, la distancia máxima entre coladas exteriores es de 3.350 metros.