«Deshidratación», «golpe de calor extremo» o «insuficiencia respiratoria» son algunas de las causas de muerte relacionadas con la crisis climática que han aparecido esta mañana frente al Congreso de los Diputados junto a personas tumbadas bajo sábanas blancas fingiendo ser cadáveres en una acción ... del movimiento contra la emergencia ecológica Extinction Rebellion (XR), organización que nació en 2018 y que tiene presencia en 72 países.
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Los «cadáveres», los cuerpos tumbados sobre la plaza de las Cortes frente a la fachada de los leones del Congreso, simbolizan las víctimas pasadas, presentes y futuras de la crisis climática, denuncian los activistas de Extinction Rebellion quienes, además, buscan poner de relieve algunas de las formas letales que adopta este cambio en el clima. «No hablamos de osos polares al otro lado del mundo. Hablamos de todos los fallecidos estos meses por la covid-19, causada por la deforestación y el comercio de animales salvajes que han roto la barrera de seguridad que nos protege de las pandemias: la biodiversidad«, ha proclamado el colectivo en el manifiesto que se ha leído en la acción de protesta. Además, han señalado que la crisis climática empeora los efectos de la pandemia, y ponen como ejemplo estudios que vinculan niveles más altos de polución con una mayor mortalidad por el virus.
Con esta actuación, que lleva el lema «inacción = muerte» y que repeta las medidas de seguridad sanitaria que impone la pandemia, da comienzo una semana «de rebelión» que durará hasta el próximo 6 de noviembre. Además, este tipo de actos de «desobediencia civil» no han tenido lugar únicamente en Madrid, sino que también han ocurrido en otras ciudades, como en Barcelona, Granada o Santander, y en otros países, como Reino Unido.
XR quiere concienciar de que la crisis climática causa y causará miles de millones de muertos. Y se apoya en las declaraciones del investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Fernando Valladares: «El cambio climático mata. Este año morirán del orden de un cuarto de millón de personas de forma directa, pero la cifra asciende a decenas de millones si incluimos las causas indirectas».
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