El vertido que llenó de espumas el Tajo en Toledo se originó en la Comunidad de Madrid

A falta de que los análisis del agua lo confirmen de forma oficial, todo indica que sustancias tensioactivas, es decir, detergentes, geles y champús, son las que han provocado esta nueva contaminación de un río que dejó de ser apto para el baño a finales de la década de los 70 del siglo pasado.

Según los ecologistas, este vertido va a dañar gravemente a la escasa fauna que queda en el río. Afectará no sólo a especies de microinvertebrados sino también a especies que están más a la vista, como a las garzas, que vienen sufriendo los efectos de la contaminación de origen industrial desde hace tiempo que están mermando su población, sostiene Roberto Oliveros, portavoz de Ecologistas en Acción en Toledo.

Por su parte, el Ayuntamiento de Toledo ha convocado para este martes una reunión urgente del Consejo del Pacto Local por el Tajo para estudiar posibles peticiones de responsabilidades a la Confederación Hidrográfica del Tajo como organismo que debe vigilar el estado del río.