Un agente, durante la operación.

Catorce detenidos en Aragón y Cataluña por engordar ilegalmente ganado

Suministraban a los animales sustancias prohibidas que les hacían engordar entre 40 y 60 kilos y lograban cinco euros por cada kilo extranjero

Álvaro Soto

Jueves, 14 de julio 2016, 12:34

La Guardia Civil ha detenido a catorce personas en Zaragoza, Huesca y Lérida por engordar ilegalmente ganado. Los arrestados, diez hombres y cuatro mujeres de entre 43 y 73 años, están acusados de un delito continuado contra la salud pública, falsedad documental y pertenencia a ... grupo criminal organizado.

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Las pesquisas comenzaron en 2014, cuando el Seprona de la Guardia Civil de Huesca recibió denuncias sobre las presuntas prácticas de engorde ilegal de ganado que se estaban llevando a cabo en granjas de las comarcas de la Litera y el Bajo Cinca, ambas en Huesca.

Según estas informaciones, los propietarios de las granjas suministraban a los animales sustancias ilegales de crecimiento y beta-antagonistas (productos que aumentan la masa muscular y disminuyen la grasa). Tras Huesca, las investigaciones se ampliaron a la provincia de Zaragoza y a mataderos de Cataluña. Primero, se realizaron inspecciones en 30 granjas de la zona y se tomaron muestras de pienso, agua, orina y pelo, así como de carne en los mataderos, y en septiembre de 2015 se produjeron las dos primeras detenciones, en Huesca, las de dos ganaderos como presuntos integrantes de la trama.

A partir de ahí, la Guardia Civil, en colaboración con los Mossos dEsquadra, amplió el foco a mataderos, ganaderos, empresarios y veterinarios que podían formar parte de este grupo organizado, cuyo objetivo final era exportar la carne al extranjero.

Los investigadores descubrieron que los ganaderos introducían en el alimento de los animales unas sustancias beta-antagonistas y de difícil detección, y posteriormente administraban dexametasona (un antiinflamatorio) en la última fase de crianza de los animales. Con la administración de estas sustancias conseguían un sobrepeso de entre 40 y 60 kilos por animal, lo que permitía obtener un beneficio extra por res, ya que el precio de la carne en lonja es de unos 5 euros el kilo.

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Las consejerías de Ganadería de Aragón y Cataluña inmovilizaron las explotaciones ganaderas afectadas para evitar la distribución de carne de los animales engordados ilegalmente y el pasado mes de junio el Seprona de Huesca procedió a la detención del resto de componentes de la organización, supuestamente involucrados en la trama.

En el año 2015 se estima que se pusieron a la venta más de 1.300.000 kilos de carne presuntamente engordada con productos ilegales y que, en dosis altas, podían ser nocivos para la salud.

La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado principalmente en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lérida, aunque no se descartan más detenciones en el resto de España y también en otros países de la Unión Europea.

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El presidente de la Real Academia de Ciencia Veterinaria de España, Arturo Anadón, alerta sobre la peligrosidad de los productos utilizados para cebar a los animales. "Tanto en quienes los manejan como en el consumidor pueden producir intoxicaciones", afirma. Sin embargo, este experto considera que el caso de Aragón y Cataluña es totalmente aislado y una excepción y opina que "el sector español está libre de estas sustancias". "En los planes de investigación de residuos ya no se detectan estos productos, sino solo los autorizados", subraya.

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