Santa Nonia se llena de pasión mariana

La fuerza de las tres imágenes, junto a la propia intensidad del procesionar de los cofrades, ha provocado que la que ha sido definida como "procesión familiar" contara un año más con una multitud de fieles a su paso -muchos de ellos niños y niñás, que no dudaron en saludarse con los papones-.

Interminables filas de negros cofrades se han dejado ver con el paso sobrio de un acto procesional con tres imágenes de referencia, y que se ha extendido durante más de dos horas y media. Nuestra señora de las Lágrimas, La Virgen de las Angustias con su majestuoso trono de Víctor de los Ríos y la Virgen de la Soledad salieron de nuevo a su encuentro con los leoneses en un acto muy popular.

La salida de los pasos, el giro hacia la Rúa y el discurrir hasta el final de la calle San Francisco han resultado algunos de los instantes más visuales de una marcha marcada por el recogimiento, y que ha ofrecido imágenes para el recuerdo en el entorno del viejo consistorio de San Marcelo.

Las imágenes

Los tres pasos que salieron a la calle fueron el de Nuestra Señora de las Lágrimas, obra de Manuel Gutiérrez (1952), la Vírgen de las Angustias (de Juan de Angers, datada en la segunda mitad del siglo XVI) y la Vírgen de la Soledad (de autor anónimo y datada en el siglo XIX).