Imagen del interior de la basílica de San Isidoro.

Un vino de nueve siglos

La Colegiata de San Isidoro revive este Jueves Santo la apertura de su preciada 'barrica secreta' | Sólo un puñado de canónigos podrán probar este vino, «más bien coñac» | La puerta de acceso a la barrica tiene dos llaves y sólo se abre una vez al año, en Semana Santa

j.c.

Miércoles, 12 de abril 2017, 14:02

No hay un vino en el mundo comparable al que se esconde en las entrañas de la Basílica de San Isidoro, en Leon capital. Tan exclusivo es este caldo que la barrica que lo contiene se encuentra oculta en una estancia secreta de este templo.

Publicidad

Para acceder a ella se precisa, además, superar la puerta 'semiblindada' tras la que se encuentra el milagroso vino. La puerta cuenta con dos cerraduras cuyas llaves están en manos del abad y el administrador. Sólo ellos, de forma conjunta, pueden acceder al interior de una especie de bodeguilla.

El crujir de esta puerta se escucha en una única ocasión al año y siempre en la mañana de Jueves Santo, cuando apenas media docena de privilegiados canónigos y en ocasiones algún invitado especial acuden al lugar para saborear la delicia de un vino con nueve siglos de historia.

«Se asemeja a un coñac»

El abad del Cabildo de la Colegiata de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares, es uno de los pocos privilegiados en probar este vino y reconoce que su sabor «se asemeja más a un coñac».

La historia del vino y su barrica, recuerda el abad, se corresponde con la vida del propio templo. Entonces, recuerda, «en la época medieval los monjes debían realizar las correspondientes provisiones». Y en esas provisiones entraban todo tipo de alimentos.

Publicidad

La primera vez que se rellenó la barrica, se asegura, fue a manos de Santo Martino en el siglo XII. «En los monasterios se trabajaban las viñas y entonces se procedió a la rellenar el vino cuya 'madre' aún se mantiene viva», recuerda. Este Jueves Santo, siguiendo la tradición, se procederá a extraer de la cuba tres cuartos de litro de vino.

175 litros de capacidad

Como corresponde se repondrá el doble de cantidad de la que han sacado con el fin de asegurar que el contenedor se mantiene intacto en su medida tras los procesos de evaporación y la absorción de la madera.

Publicidad

«La barrica y el vino que contiene se puede decir que es uno de los tesoros de la Colegiata de San Isidoro. Este vino es testimonio de la historia y de ahí que se le preste la correspondiente protección y se mantenga vivo un respeto a la tradición que es inalterable», ha recordado Francisco Rodríguez Llamazares.

El abad de San Isidoro también ha recordado que la barrica de vino contiene unos once cántaros de vino, lo que supone unos 175 litros de capacidad. 175 litros de caldo con 900 años de vida gracias a la 'madre' que se mantiene desde el mismo origen.

Publicidad

Alfonso XIII

A lo largo de la historia la barrica ha 'servido' su vino-licor a canónigos y autoridades, pero siempre en medio del sigilo y la discreción. El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, o ya fallecido presidente de honor del Partido Popular, Manuel Fraga, tuvieron el privilegio de saborear el caldo.

Durante sus 900 años de historia esta barrica ha protagonizado todo tipo de anécdotas. El Rey Alfonso XIII, por ejemplo, renunció a beber el mismo porque el día en el que acudió al templo no era Jueves Santo. La barrica, además, logró sobrevivir a las tropas napoleónicas, que se llevaron del templo sarcófagos del Panteón Real y otros bienes, pero no alcanzaron la barrica.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad