El Silencio optará por «tronos más pequeños» e invita a sumar crucíferos a su procesión

Será el Domingo de Ramos cuando la Inmemorial Procesión del Dainos, antaño del Santo Rosario de la Buena Muerte, retome los cánticos y traslade a Jesús Nazareno por las calles de León.

Su mayordomo, Juan Ignacio López, apuesta por mantener los mismos desfiles y en el mismo formato que en 2019. Lo harán a menor escala, como en aquella ocasión, con un trono más pequeño que sea pujado por 16 braceros en vez de por los 36 de antes.

«La idea es contar con un número suficiente de hermanos y saber con cuantas personas podemos contar», analizan desde la penitencial con sede en los Capuchinos. Al ser pocos, y tener dos desfiles pequeños, creen que la situación sanitaria les puede beneficiar y no tener problemas para completar el paso del domingo y los dos del Miércoles Santo.

En la segunda de sus procesiones, la del Silencio, volverán a disponer de sus crucíferos, esperando que en esta sección no afecte la pandemia. «Ahí si se guardan fácilmente las medidas de seguridad y distancias y es más fácil que sacar un paso», advierten, llegando a no descartar que en caso de no poder sacar alguna de las tallas, los braceros pasen a ocupar estos puestos.

El abad, responsable de sacar la procesión, ya se encuentra actualizando el listado para llamar hermano a hermano y garantizar su presencia en estos dos actos y en el Tradicional Vía Crucis Leonés Cantado, en el Martes Santo.

«Salir, por supuesto; y salir en las mejores condiciones», garantizan desde la Expiración y el Silencio. En estos dos años no ha habido bajas y cuentan con los mismos cofrades de otros años, aunque entienden que alguno se pueda plantear el salir por precaución.

Mientras descuentan fechas para la llegada de estos días, el mayordomo ya piensa en el después, en que este año se vuelva a celebrar la Misa de Acción de Gracias y que todo haya salido bien. «Que esté todo bien, que podamos celebrarlo como deseamos, todas las procesiones. Veo a la gente con mucha ilusión». Es por ello, que los responsables de esta tradicional penitencial se encuentran ya al servicio de una época «muy bonita».