Silencio, expiración y procesión, al menos por el interior del templo, recorriendo las estaciones del via crucis y sin salirse de las normas sanitarias vigentes.
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El recogimiento que cada Martes Santo experimenta la iglesia de San Francisco de León volvió a revivirse con el único ... acto que se mantuvo casi fiel a lo que marca la agenda pasional en la capital.
Estremecedor ambiente de solemnidad para llevar a cabo el Tradicional Calvario o Via Crucis Leonés Cantado donde unas decenas de fieles acompañaron los rezos de los hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y el Silencio, ataviados con túnica y capilla, y guiados por los franciscanos de túnicas pardas.
No presidió el altar el Santísimo Cristo de la Expiración, pero sí lo hizo otro crucificado y observado de cerca por el Cristo de Medinaceli.
Los cantos se fueron entremezclando con el silencio mientras los papones recorrían las capillas donde les esperaba un crucífero sosteniendo el símbolo del cristianismo.
Martes Santo en León
leonoticias
La sobriedad de los franciscanos volvió a envolver el ambiente de una iglesia que expiró por la pasión y enmudeció en señal de respeto de un recorrido que se inició en el pretorio, acabó en el Gólgota y todo ello sin salir del Real Extramuros.
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