Una Semana Santa «de contrastes» deja una ciudad «viva» a pesar de la lluvia

«El tiempo no se puede comprar». Es una de las reflexiones que se hacen desde la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa tras las inclemencias meteorológicas que han azotado a las procesiones este año.

La presidenta Diana García reconocía que habían sido diez días «de contrastes, incluso dentro de un mismo día» y apuntaba al mes de marzo como la clave de las precipitaciones que han tenido que soportar. «Cuando cae así, no se puede hacer otra coas».

Como análisis echa la vista atrás y recuerda la pandemia, que llegó hace solo cuatro años, y en aquella ocasión fue «mucho más duro» porque todos nos tuvimos que quedar en casa, aunque sí reconoce que este 2024 «no ha sido una Semana Santa buena» y ha dejado a muchos papones, entre ellos la presidenta, con una sensación «de rabia» por no haber podido pujar. «Las cofradías están para sacar procesiones y es una penitencia no poder hacerlo», confiesa.

Lo más duro de este año ha sido la búsqueda de alternativas ante la lluvia. En la Junta Mayor han colaborado con Santa Marta y el Santo Sepulcro para facilitar el Museo Diocesano y de la Semana Santa, ya que ambas penitenciales no pudieron ni montar la carpa en la plaza de Regla por el viento. «Todos tenemos una dinámica, con tantas cosas que tener en cuenta, que cuando algo se trastoca hay que volver a ajustarlo todo y eso provoca tensiones, estrés, preocupación y noches de no dormir».

Sobre las cofradías que decidieron no salir, y aquellas que lo hicieron a pesar de la lluvia, Diana García apunta a decisiones correctas «de todas» y recordaba que lo que está en juego, más allá del patrimonio, son los hermanos. «Lo más importante son las personas, no la parcelita de cada uno». El mensaje que lanza a las 16 cofradías es de «enhorabuena» por el trabajo realizado. «Aunque no hayan salido, el trabajo estaba hecho», asume con tristeza por no haberlo podido ver en la calle.

Y a los papones de León les anima a pensar en la Semana Santa 2025, «que ya está más cerca», y para la que pronto, «cuando nos pase el bajón», desde la Junta Mayor se pondrán a trabajar para revisar las acciones y mejorarlas.

Por su parte, el alcalde de León apuntaba a una Semana Santa «particular» y marcada por las condiciones climatológicas que dejaban 'dos semanas santas en una': de un clima excepcional y calles llenas a una de lluvia y sin procesiones.

Haciendo un balance de lo positivo, José Antonio Diez valora el trabajo de las cofradías y la Junta Mayor por haber demostrado «que están preparadas» y que su labor se reflejó sacando actos que no estaban previstos. «Hubo eventos alternativos, que también fueron muy emotivos y nos ayudaron a vivir la Semana Santa desde la tradición y la fe», como él mismo pudo comprobar asistiendo a algunos de ellos.

Diez ha agradecido la labor de los servicios municipales, en especial Limpieza, Obras y Mantenimiento, por un trabajo «conjunto de ciudad» en favor de una Semana Santa que contribuye a un «refuerzo de nuestra capacidad turística».

«A pesar de las condiciones, la ciudad ha estado viva, con mucha gente de fuera y con una gran actividad», sentenciaba el primer edil, que ya invita a todos a pensar en una Semana Santa de 2025 «que será un éxito como esta».

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