Una Ronda envuelta por el sentimiento de León

El templo de Santa Marina la Real enmudece en la madrugada del Jueves Santo. Año tras año la voz inunda este santuario y se dispara hacia la noche en medio de un auditorio boquiabierto.

Sentimiento a flor de piel. Y mientras, el cielo de León recoge el manto de la medianoche que abandona al Miércoles Santo.

Y tras ese coro celestial un grito de carraca y dos baquetas que anuncian el desgarrador llanto de una corneta, todos perdidos por San Guisán desafiando a las tinieblas con doce llamas de luz, doce apóstoles desenclavadores.

En la antesala de La Ronda Lírico-Pasional 'Luís Pastrana Giménez', nacida para dotar a la Semana Santa de León de un acto dónde se combine la tradición con lo religioso y lo cultural, y que se ha convertido en un modo diferente de obtener una nueva visión de león en los días santos, ocurre este acontecimiento único del tiempo santo.

La iglesia, abarrotada para la ocasión, se sumó una vez más a un aplauso unánime que reconoce el esfuerzo de quienes, con no poco sacrificio, dedican tiempo a cultivar su voz.

Tras los aplausos y los vivas llegaba de madrugada el turno de La Ronda Lírico-Pasional 'Luís Pastrana Giménez', con Carlos García Rioja, director de la revista Pregón como mantenedor.

Rodeado de cofrades ataviados con antorchas la Ronda Carlos García Rioja realizó su recorrido por las calles del viejo y tradicional Barrio de Santa Marina con breves alocuciones sobre su significación, artística, social, histórica y religiosa.

En sus palabras una dedicatoria especial para quien da normbre a esta Ronda, Luis Pastrana, y el reconocimiento a quienes forman parte de un acto pasional de enorme calor y profundo sentimiento.

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