La Soledad de una Madre que llora la pérdida de su Hijo amado ha estado arropada por centenares de túnicas moradas. Las calles de León han sido testigos del silencio, la seriedad y la disciplina de los hermanos de la Real Hermandad de Jesús Divino ... Obrero.
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Un caminar pausado en el que representan el dolor y la soledad de la Madre ante la pérdida de su hijo. Con salida desde la Iglesia de Jesús Divino Obrero, los hermanos han llevado las tallas de Víctor de los Ríos por las calles de la capital.
Abría la procesión de este soleado Sábado Santo la Santísima Cruz de la Esperanza, símbolo del cristianismo y que descansaba sobre los hombros de 70 jóvenes braceros con una media de edad de 18 años. Lo hacían al ritmo de la agrupación de las Siete Palabras que ofrecía de nuevo a León la imagen de la hermandad entre ambas cofradías.
Tras ellos, un numeroso grupo de hermanos de la penitencial de El Ejido que procesionan en fila con sus cruces y velas en las manos. Y de nuevo aquí, las túnicas rojo sangre de Cofradía Hermana.
Subía imponente hacia la Catedral el Santísimo Cristo de la Paz y de la Misericordia. Un paso que recibió el refuerzo de algunos braceros de la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, mostrando de nuevo su Hermandad, pero también de otras Cofradías como la Hermanadad Sacramental de Santa Marta y de la Sagrada Cena. Con majestuosidad avanzaba el Cristo al ritmo que marcaba la Agrupación Musical del Gran Poder.
El siguiente paso lleva a hombros la talla de San Juan Evangelista, una imagen que tuvo que abandonar el recorrido procesional en mitad de la avenida José María Fernández cuando llevaba más de una hora de procesión. Con el y en ordinaria, la Agrupación de las Bienaventuranzas hizo la retirada a la Parroquia de Jesús Divino Obrero.
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Cerraba la procesión el paso de Las Tres Marías, con la impresionante Virgen de la Soledad a la cabeza en un paso en el que la madre viste de luto con un cuerpo bordado en oro, del que se desprenderá en la mañana del Domingo de Resurrección.Lágrimas, luto y dolor, mucho dolor en este Sábado Santo en el que la Virgen ha estado acompañada de María Magdalena y María Salome.
Para marcar el paso, y como sucede desde 1959, la Banda de Cornetas, Tambores y Gaitas de la Hermandad de Jesús Divino Obrero, quienes han puesto el nota musical a la Soledad. A ellos se han unido multitud de leoneses que en una calurosa tarde de abril no han querido perderse esta procesión.
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