El grito silencioso de la expiración

El recogimiento y la fe se hicieron tangibles en la tarde de este Martes Santo en la iglesia leonesa de San Francisco. La cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio llevaba a cabo uno de los actos más tradicionales y desconocidos de la Semana Santa de la ciudad de León cuando un pequeño grupo de hermanos representan simbólicamente el Vía Crucis acompañados del Coro de Mujeres de Villalobar.

Con gran recogimiento y religiosidad el silencio es solo roto por la plegaria, entonada por el coro de la Sobarriba de este Viacrucis que preside la talla del Cristo de la Expiración y que a lo largo de las 14 estaciones recuerda la Pasión de Cristo ante las Cruces Penitenciales.

Estremecedor ambiente de solemnidad para llevar a cabo el Tradicional Calvario o Vía Crucis Leonés Cantado donde unas decenas de fieles acompañaron los rezos de los hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y el Silencio, ataviados con túnica y capillo, y guiados por los franciscanos de túnicas pardas.

Decenas de fieles asistentes recorrieron, con fervor y sentimiento, el prendimiento de Cristo, sus caídos, la ayuda de Cirineo o el encuentro con su Madre. León enmudece de nuevo con una de las cofradías más solemnes y finaliza el acto con el solemne Besapié al Santísimo Cristo de la Expiración.

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