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Los hermanos de Jesús Divino Obrero se retiran los capillos ante la imagen del resucitado. Irene de Celis

Capillos fuera ante Cristo resucitado

La Real Hermandad de Jesús Divino Obrero cierra una impresionante Semana Santa leonesa con la alegría de la resurrección de Cristo y el emotivo encuentro en la plaza de Regla

I. Santos

León

Domingo, 9 de abril 2023, 11:37

Lagrimas, emoción y felicidad. Cristo ha resucitado y la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero lo ha escenificado a la perfección. La Semana Santa de León, no estaría completa sin la Procesión del Encuentro y sin su acto principal a los pies de la Catedral de León. Diez días en los que los leoneses han acompañado a Jesucristo en su pasión y muerte y han culminado este domingo con su Resurrección.

Salían los primeros papones de la parroquia de Jesús Divino Obrero, y ya había algunos leoneses que comenzaban a buscar la mejor posición tras el vallado de la Plaza de Regla para ver el acto central de este Domingo de Resurreción. El primero en abrir el acto era la Santísima Cruz de la Esperanza que tras subir la cuesta de Puerta Moneda, asomaba en la plaza junto al pendón de la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero.

La Banda de Música de las Siete Palabras fue de nuevo, igual que el sábado, la encargada de hacer sonar sus acordes para que la cruz desnuda, con el lema 'Muerte a la muerte. Resurrección' en el sudario, se presentara ante el foro de la Catedral de León. Un sudario que ha sido renovado este año y que lucía bajo los primeros rayos de sol de la mañana.

Tras esta imagen, llegó la entrada triunfal de San Juan. A una plaza llena de leoneses que no dejaron de aplaudir el entusiasmo de los braceros de la penitencial del Ejido en el que es su acto central y uno de los más vistosos de la Semana Santa Leonesa. La Agrupación Musical del Gran Poder y del Nazareno acompañaron a San Juan y a la Soledad.

Por el mismo camino llegaba el paso de Las Tres Marías, con La Soledad a la cabeza acompañada de sus inseparables María Magdalena y María Salomé. Una imagen de vestir, tallada solamente la cara y las manos, realizada  por  Víctor de los Ríos. Y que también fue protagonista en la mañana del Domingo de Resurrección.

Por el otro lado de la plaza de Regla, desde la calle Sierra Pambley, aparecía el paso de la Resurrección arrastrado por un grupo de hermanos de la penitencial. Ambos pasos alcanzaron el mismo lugar y la emoción empeazaba a salpicar a braceros, papones, bandas y los leoneses que se agolpaban en la plaza y los balcones.

Con el cambio de la Diadema por la corona de Gloria, la Virgen es coronada como Reina de los Cielos. Mientras un hermano realizaba la retirada del manto negro de la Virgen, señal del luto, por otro blanco en señal de alegría se escuchaba en la plaza el tradicional Pregón de la Resurrección.

Una vez terminado, con las palabras, ya tradicionales, «Cristo ha Resucitado. Felices Pascuas», la Banda de la Hermandad pasaba a interpretar el Himno de la Alegría y la Marcha Real y los hermanos de la cofradía y aquellos que les acompañaban en esta puja tan especial se retiran los capillos dejando ver en sus rostros las lágrimas de felicidad.

Un momento mágico en el que las palomas, símbolo de paz y alegría, salen del sepulcro, inundando con su vuelo la plaza de Regla. Y dejando atrás el luto y con el último acto de la Semana Santa de León, llegaron las lágrimas. En este caso, de felicidad, de alegría y de júbilo por la Resurrección de Cristo.

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