A los pies del Nazareno

Silencio, devoción y admiración. Luz tenue quebrada por la luz de las velas e hilo musical gregoriano para acompañar al señor de León.

Volvía a reinar entre sus fieles devotos Nuestro Padre Jesús Nazareno en el solemne besapié que el segundo sábado de Cuaresma lleva hasta Santa Nonia.

Ante sus plantas, reverentes, con súplicas fervientes, tal como reza su himno, decenas de leoneses han ido pasando ante la figura del Nazareno.

La pandemia volvía a evitar el contacto con los pies de la talla y sus devotos tuvieron que rendirle visita desde la distancia, dejando inmortalizada una vez más su rostro en las cámaras de los móviles.

Tocaba cambiar el beso por la reverencia. Una breve oración y ocupar un banco si se quería continuar la charla con el Nazareno. O abandonar el templo manteniendo distancias y un circuito.

Los hermanos del Dulce Nombre volvieron a cumplir con su turno de vela correspondiente a la tercera jornada del Triduo al titular de la centenaria cofradía y vigilaron el respeto que León volvía a mostrar a su paso más venerado.

Todo a la espera de que en pocas semanas sus braceros regresen a sus andas, carguen con el trono y trasladen al Nazareno a sus calles.

No tendrá que quedarse a las puertas de Santa Nonia este año y el Lunes Santo se encargará de llevar el antiguo pregón a las calles de León.

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