La pasión mariana del dolor de una madre da la bienvenida al Martes Santo en León

Ellas eran las protagonistas de un solemne acto de exposición y veneración a la Virgen de las Lágrimas, la Virgen de las Angustias y Nuestra Señora de la Soledad.

Olor a incienso y música pasional para dar la bienvenida a los devotos a un sentimiento mariano que puja por las calles de León el dolor de una madre rota por la muerte de su hijo.

Fotografías y momentos para la oración en un recorrido por parte de la historia de la penitencial más antigua de la Semana Santa leonesa.

98 braceras cargan el peso de la Virgen de las Lágrimas, la única que no procesionaría en año par en la Oficial del Santo Entierro, y obra del leonés Manuel Gutiérrez que fue la primera en ser llevada por mujeres.

La imagen titular, la Virgen de las Angustias, del discípulo de Juan de Juni, Juan de Angers, presidía el centro de la escena con el hijo en brazos.

Y, en última posición, mismo puesto que ocupa en los actos de la cofradía, aparecía Nuestra Señora de la Soledad vestida de luto y con el fajín que la convierte en general de división.

Será esta tarde cuando la decana de la Semana Santa recuerde con un solemne acto y un responso que el Martes Santo es sinónimo de pasión mariana en León y que el dolor de este año de pandemia pronto volverá a ser el de una madre por las calles de la ciudad.