«Ser papona de León era un logro total; la gente no confiaba cuando salimos con el primer paso»

Se considera papona de León «casi desde que nací». Hermana de María del Dulce Nombre, de donde también fue abadesa, y de Angustias y Soledad, recuerda como su padre le inculcó la pasión. «Siempre quise ser papona y verlo y la experiencia te va calando».

Los inicios no fueron fáciles. Desde pronto apostó por el capillo verde y la túnica negra, aún en una época en la que las mujeres no tenían demasiada cabida dentro de la Semana Santa leonesa. «Cuando nos hicimos de María del Dulce Nombre era porque éramos hijas y hermanas y mujeres de los papones de León; y era un logro total». Sin embargo, muchos opinaron contra esta 'modernidad', hoy algo «bastante asumido», que fue la incorporación de la mujer a las procesiones y con cofradía propia. «La gente no confiaba mucho en nosotras cuando salimos con el primer paso».

No es la primera mujer al frente de la Junta Mayor, ya que hasta hace una década la designación se hacía por rotación. Pero sí es la primera de la nueva elección. Fue nombrada como representante de su cofradía y elegida de entre los candidatos que se presentaron a la presidencia. «Lo recibí con alegría; si se aspira a algo, también gusta ganar», y pronto recuerda que no solo ella fue elegida, sino un grupo de personas que la acompañarán en esta nueva andadura donde ella será la cara más visible.

Ejerció de secretaria técnica en el Encuentro Nacional de Cofradías que acogió León en septiembre de 2022 y cree que su «trabajo y constancia» han sido avales para su elección como presidenta. «Asisto a muchos actos de las cofradías, me da igual quién lo organice; ahí te ven, te conocen, hablan contigo, te piden opiniones y te las dan; y todo eso va por delante de ti».

Como gran reto se marca mantener la unidad de las cofradías. Cree en el proyecto de la Junta Mayor y cree que es «mejor estar juntos que separados». También apuesta por mantener las actividades y acciones de la organización.

Y, por supuesto, recuerda que el Museo Diocesano y de la Semana Santa está ahí «y hay que darle fuerza». Espera que siga hacia adelante para darle uso permanente y que las cofradías y la ciudad sepan ver que será un espacio «bueno para todos» y un valor añadido para León.

Su mano tuvo mucha fuerza para el diseño y el rellenado de la actual página web de la Junta Mayor y está dispuesta a seguir trabajando en este sentido. «Es un espacio para promocionar y difundir la Semana Santa, que nos conozcan y que haya información actualizada». Ello incluye fortalecer las redes sociales.

Los papones que acudan a la Junta Mayor se encontrarán «cercanía, amabilidad y hermandad» en Diana. «Todos somos papones y estamos en el mismo paso, que es la Semana Santa». Una Semana Santa que ve como «un modo de ser, un modo de vida que supone hermandad, solidaridad y ciertos valores que son transversales a cada uno», insiste.

Trabajará en la unión entre cofradías, más allá del día que toque pujar un paso; respetará la esencia de cada penitencial; y vivirá como siempre su día más esperado, el Domingo de Resurrección. Aunque, esto último, lo hará desde otra perspectiva, la que lleve a todos los hermanos a felicitarla y a recordarle aquello del «feliz pascua de resurrección ¡Que sea enhorabuena, presidenta!».