La 'Morenica' procesionará con medalla y cerrará su bajada del camarín

El acto se celebrará una semana antes de lo que en los últimos años se había convertido en el primer gran encuentro popular de la ciudad con su virgen.

La medalla se entregará el 15 de marzo, a las 17:00 horas, y al mismo están invitadas autoridades civiles, militares, eclesiásticas y vecinos del barrio. También estarán los párrocos de Santa Ana y Jesús Divino Obrero, así como empresarios, sindicatos, asociaciones o la Peña del Tambor. Todo para dar una categoría de oficial y solemne a esta imposición. Se ha invitado a los conventos de Carbajalas, Concepcionistas y Capuchinos, además de los abades de las cofradías y la Junta Mayor. El objetivo es «hacer del acto partícipe a la feligresía de la parroquia de Nuestra Señora del Mercado», apuntan fuentes municipales.

El protocolo establecerá una intervención del alcalde y alguien en representación de la parroquia -previsiblemente el párroco Manuel Fláker- y se entregará la medalla de oro de la ciudad y un diploma conmemorativo.

El Ayuntamiento de León, en sesión plenaria de 28 de diciembre de 2023, acordó por unanimidad conceder la medalla a la parroquia como reconocimiento institucional a su tarea pastoral, caritativa y asistencial que tanto ha beneficiado a León y sus habitantes.

La insignia la lucirá la virgen del Mercado, en su procesión del Viernes de Dolores, junto a su ajuar y su reciente estrenado título tras la coronación canónica de hace unos meses.

La bajada de la Morenica, en la víspera de su procesión de Viernes de Dolores, congregaba a cientos de fieles en la iglesia. Y bien dicho está lo de congregaba, ya que a partir de este año ese protocolo cambiará.

Al finalizar la misa de novena, la feligresía tendrá que abandonar el templo y las puertas del Mercado se cerrarán. No estará permitido el acceso a personas ajenas a un «reducido grupo» de mozos que cumplirán con la liturgia de la preparación de la talla para salir en procesión.

A la bajada acudirán los braceros convocados para trabajar en el traslado de la talla de su camarín al trono y su adecuación y decoración para la Procesión de la Dolorosa -viernes, 22 de marzo, a las 20:00 horas-.

La puerta cerrada ha sido fruto del consenso de los mozos para dar «tranquilidad y que nadie se ponga nervioso» en la ceremonia. «Se angustian con tanta gente. Antes era muy sencillo, pero se había vuelto una cosa... había tensión y nervios», expone el párroco Manuel Fláker.

El principal objetivo de prohibir el acceso a devotos es «cuidar la imagen» y que la bajada se haga lo mejor posible y sin la tensión de «nos están mirando». Con ello se evita que se convierta «en el espectáculo que se había montado» en torno a este acto que ya marcaba el inicio de la Semana Santa un día antes.